No importa que detrás de las acciones del gobierno haya una montaña de actos delictivos e inmorales. Lo importante ante este pueblo de cafres, como afirmaba  el Maestro, Darío Echandía, es aparentar que la honestidad es el elemento fundamental de la administración. No importa mentir y engañar, lo importante es mantener una la presunta buena imagen. En Colombia según la Constitución Nacional y una buena cantidad de leyes, como en todos los países civilizados del mundo, interferir la privacidad de los ciudadanos  es un evento doloso y digno de castigo, pero sus autoridades temporales encabezadas por Álvaro Uribe, se busca desconocer tal realidad y se llega a extremos tales que el Ministro de Interior y de Justicia, es el encargado de organizar la defensa  política de los violadores de las normas vigentes, los responsables de las chuzadas del Das a Magistrados y sus esposas, políticos, periodistas, generales y funcionarios no sumisos al  mandatario.  Indigno y vergonzoso si se tiene en cuenta que en cualquier país del mundo, hasta esos que llaman corruptos, las chuzadas habrían obligado que el gobierno hubiese renunciado en pleno.

El sector  democrático del congreso de Colombia, cualificando y cuantificando del crimen cometido por funcionarios del Das, al interferir en la vida privada de las personas, tomó la determinación de adelantar un debate de responsabilidad política. Eso es normal en todas partes, pero en cambio de encontrar colaboración en el ejecutivo,  la opinión pública tropezó con la noticia de que el  Ministro del Interior y de Justicia convocó a una reunión  a todos los acusados, los congresistas uribistas y funcionarios de su despacho, parta trazar estrategias oficiales de defensa a las Chuzadas  y buscar l manera de hacer fracasar del debate de control político. ¿Qué hace el ministro de justicia organizando complots contra la aplicación de la ley y la constitución Nacional? ¿Sus obligaciones y las del gobierno son con los delincuentes o con  el resto del país? ¿Apoya el gobierno de Uribe actos masivos para violar los derechos ciudadanos y después defiendo no a las víctimas sino a los victimarios? ¿Tendrá esta actitud del ministro resonancia en los organismos internacionales?

La doble moral definitivamente tiene su sitio en el gobierno y como puede dejarles resultados, así sean simplemente transitorios, seguirá siendo práctica fundamental. “Luego de una reunión de tres horas y media el presidente, Álvaro Uribe, le expresó a los voceros de las altas Cortes su preocupación por su seguridad física, jurídica y de su intimidad. En ese sentido se comprometió a otorgar todas las garantías para proteger estos factores de riesgo para los magistrados”. La segunda noticia proclama que “El ministro del Interior convocó a los senadores uribistas de la Comisión Primera, con el fin de unificar criterios en torno a la defensa que adelantará la bancada durante el debate por las 'chuzadas' telefónicas del DAS. De esta manera se buscan herramientas que permitan defender la posición del gobierno...”

Gobierno busca bloquear debate a favor de derechos humanos en el congreso

Pero el ministro del interior  quiere más. Busca intervenir y de ser posible  “reventar” las intenciones sanas y democráticas de un grupo de congresistas quienes propusieron un debate de control político para profundizar en los denuncias  hechas por los medios de comunicación sobre las actuaciones de los hijos del presidente en su desesperado afán de ganancias ocasionales y desaforadas. “En el encuentro se buscaba coordinar toda la argumentación que tendrá la defensa de los hijos del primer mandatario, ante los cuestionamientos que podrán sobre la mesa los miembros de la oposición”. ¿Por qué el Ministro del Interior interfiriere en la labor parlamentaria y les bloquea el cerebro a los Uribestias? ¿En dónde está la independencia de poderes obligatoria en toda democracia? ¿No tienen  capacidad intelect5ural los uribistas para  desempeñarse autónomamente en sus funciones de congresistas y tienen que sean  llevados amarrados de un lazo y una nariguera?

Mientras que por un lado el gobierno busca impedir que el debate político aclare la situación real de las chuzadas telefónicas y el espionaje prohibido por la Constitución y las leyes,  por el otro se le ofrece a los magistrados respeto a su privacidad y la de sus familias, las investigaciones por parte de la fiscalía continuarán. Los funcionarios y congresista busca quitarle peso jurídico  y moral al delito, ONGs y organismos multinacionales  hacen acopio de información que pesará sobre el país.  Desde el congreso de Inglaterra han surgido  opiniones de que el gobierno de Urbe poco ha avanzado en respeto a los derechos humanos y por eso el tratado de libre comercio con ese país europeo tendría sus altibajos para su aprobación.  La total ausencia de claridad por parte del gobierno de Colombia y su total apego a la ambigüedad y la mentira es la causa para que haya dudas.  No se puede seguir engañando al país  al predicar que es factor de progreso económico, político y social  defender al agresor y desprecio por las víctimas del dolo.

“El gobierno no solamente se comprometió a protegerlos Magistrados, también dice estar preocupado por la situación que la opinión pública ha calificado como graves”. Como frase es bonita y podría servir para embaucar gentes de poca monta intelectual, de aquellos que no se toman la molestia de analizar las ofertas presidenciales. Pero, quienes piensan no  le dan importancia. Un magistrado dijo “no tenemos la certeza de que las chuzadas hayan cesado o si se siguen realizando”. Eso del Ministro del Interior  tiene su repercusión porque en pocas palabras sus intenciones son defender las chuzadas para darle matiz de válidas  y sitiar a un grupo de congresistas demócratas, que actuando en cumplimiento de sus funciones y la ley proyecta un debate político, para mostrarlos como los malos del paseo.

La doble moral definitivamente tiene su sitio en el gobierno de Uribe

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