El miedo y el terror de la mano de la inseguridad, es el convidado diario de los habitantes de los barrios aledaños a la invasión que desde hace varios años, se sentó en el sector de Las Palmitas sobre unos predios de propiedad del acueducto.

Aprovechando la visita del Alcalde Local Luis Fernando Escobar Franco hace ocho días al sector de La Rivera al sur occidente de la ciudad en la localidad de Kennedy, habitantes del sector pidieron al burgomaestre una manito para resolver lo que ellos consideran, el principal generador de violencia e inseguridad en este sector adyacente a Patio Bonito, donde el miedo y la zozobra hacen parte de la vida diaria de estas comunidades.

Según habitantes del sector, alrededor de los predios invadidos en las proximidades al río Bogotá, se han descubierto cadáveres mutilados y que recientemente se encontró una fosa con restos humanos pertenecientes a una decena de personas, los cuales se encontraban en descomposición y descuartizados, entre los que apareció el cuerpo sin cabeza de una mujer visiblemente desmembrada sin que las autoridades pusieran los hechos al descubierto de la opinión pública.

Habitantes del sector denunciaron, que desde 2.009 en que se inició la invasión, la inseguridad en el sector aumentó en un alto porcentaje sin que las autoridades tomen carta sobre el asunto, ya que según ellos, aunque no parezca, en ese sitio se esconden altas mafias expendedoras de drogas, a veces con el consentimiento de las mismas autoridades.

Ante esa desatención por parte de las autoridades y los horrendos crímenes como las constantes violaciones a los derechos humanos en ese sector de la ciudad, muchos están pensando en protestar bloqueando las principales avenidas de acceso a este perímetro de Bogotá, como un S.O.S, para que las diferentes organizaciones defensoras de derechos humanos, se fijen en este lugar de Kennedy, donde según sus denuncias, quienes controlan el territorio, obligan y someten a muchas menores de edad al oficio de la prostitución, de lo contrario ellas o su familiares terminan desaparecidas o asesinadas, por eso temen que algunos de esos restos encontrados en la mencionada fosa y que no se hizo pública, podrían pertenecer a muchas jovencitas que se abstuvieron de comerciar sus cuerpos.

Pese a las denuncias, los habitantes del sector piden que el desalojo de esas familias que se tomaron esas tierras de propiedad del Acueducto de Bogotá, se haga con todo un tratamiento social, ya que según ellos, hay mucha gente en ese lugar que realmente necesita la vivienda y no es justo que se boten a la calle sin que se les garantice una vivienda digna, pero lamentan que inescrupulosos aprovechando la situación, se hayan apoderado del lugar sometiendo a los jóvenes a la drogadicción y al oficio de la prostitución.

Dicen además, que las condiciones de vida de los habitantes de la invasión, son precarias, ya que no tienen servicios públicos como agua, alcantarillado y luz, que es lo mínimo que debe tener un ser humano, además que las condiciones de salubridad, no son las más adecuadas.

En tal virtud los vecinos de los barrios Jazmín Occidental, La Rivera, Villa Alexandra, Palmitas, Ciudad Galán y Las Acacias, piden a las autoridades que tomen el control sobre ese territorio, ya que hay muchos niños viviendo en condiciones infrahumana y a muchas jovencitas no les queda otro camino distinto a la prostitución obligada y al consumo de estupefacientes.

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