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Por eso no hay y no habrá ruido de sables sino el inicio de un profundo silencio de fusiles que debe empezar a preocupar a muchos
La Nación está en deuda con su Ejército porque ha hecho lo que muchos no han podido y han soportado los diversos errores de sus Comandantes Civiles en los tres poderes.
No sirve una encuesta con el apoyo del 83% cuando esta mayoría es impasible, silenciosa, arrinconada, medrosa y basta con que un alevoso ocupante del 17% grite y vocifere para acallar a la mayoría.
Las palabras del presidente en apoyo al ejercito por el fallo del tribunal de Bogotá, no son más que una afrenta, porque en público replica lo que en silencio negocia . Vender la idea de respaldo es tratar de decir que al carajo todas las exigencias que le hagan Europa y EE. UU en cuestión de DD.HH., pero ya sabemos a qué le está apostando el honroso monaguillo de Camilo Torres y jugador de póker: a quemar su comodín.
Este ejército no reclama benevolencia, no implora clemencia, no grita desleal a su país, no exige violar la ley a su favor, no demanda que la justicia viole la ley para favorecerlo, por el contrario hay un solo acto que debe observarse y pide toda su atención y aplicación como es el RESPETO.
Un aparato judicial que dice abiertamente que un Presidente, sus Ministros y su Ejército son “un poder ilegal” y lo replica otro diciendo que el Ejército es “una empresa criminal”, es simplemente avasallador porque ya estamos viciados de objetividad y neutralidad alejándose de su juramento.
Un Congreso que ha progresado en legislar a favor del terrorismo y luego pretende decirle al oído a sus soldados, que se declaren culpables de los delitos que no han cometido para buscar una ley que los favorezca, es una de las proposiciones más temerarias y absurdas porque no allana el camino al respeto del que es legal, sino que alienta el del ilegal.
El Ejército de Colombia la única vez que ocupo el solio presidencial, fue ante la encomienda de sus poderes políticos que vieron imposible apartarse de una guerra civil por sus incompetencias y desmanes, para luego ridiculizarlo. Ni siquiera cuando el narcotráfico eligió Presidente el Ejército se atrevió a tomarse el poder, porque lo acompaño el respeto a la civilidad, la honra a su juramento y la lealtad a su constitución que es mandato incuestionable y cuando los Gobernantes ven amenazada su estabilidad, envían al idiota útil de momento a decir que hay ruido de sables y de inmediato proceden a “llamar a calificar servicios” a sus Generales con más proyección Moral, Intelectual y de liderazgo en su tropa.
De tal manera compatriotas, que de tanto hablar de “ruidos de sables” hoy tendremos que hablar del “ silencio de los fusiles” , porque estas generaciones nuevas de Mandos y Tropa ya no creen en sus tres poderes y en el pueblo que juraron defender, porque simplemente los abandonaron y los dejaron aislados en el campo de batalla, donde han propiciado duros golpes y hasta hace unos meses progresaba la esperanza de derrotar a un enemigo que no deja crecer el campo, la industria, el comercio en la medida de la grandeza de sus gentes.
No nos digamos más mentiras de uno y otro lado, hay silencio de fusiles y solo ante la inmensa necesidad se actúa porque son múltiples las razones y solo escribiré algunas que justifican mi pensamiento, como son:
1.- Una legislación que favorece a los terroristas y condena a sus soldados.
2.- El irrespeto continuo a los soldados por parte de la justicia, cuando usando la ley para violar los principios universales de justicia, acude a presiones, mentiras, burdos montajes, asociaciones con delincuentes.
3.- Una legislación violada constantemente en lo que atañe a la salud, los salarios y donde deben administrar pobreza para tratar de cumplir con su misión constitucional. Violada, porque es modificada por interpretación de los juristas de turno y cuando, se demanda en el consejo de estado este se toma todo el tiempo del mundo de tal manera que pasan los años sin encontrar eco; cuando se ganan los casos en los estrados judiciales simplemente el Gobierno los ignora y la justicia se hace el de la vista gorda. Desde 1986 se está violando la ley por parte del Gobierno. Luego la ley 4ª de 1992 y hoy está demandado el decreto 10500404 de 2011.
Ojala Colombia se aprendiera y practicara la Oración patria que oran los Soldados
4.- El personal en actividad se ha venido dando cuenta del tratamiento que reciben sus antecesores y hoy retirados, en lo que respecta a la salud y las reivindicaciones salariales, así como en aspectos de la justicia ordinaria, siendo consientes que dentro de poco pasarán a las mismas penurias porque la Constitución no es más que letra bella, escrita en un hermoso pergamino, pendiendo de un extraordinario marco y lucido con orgullo profanador.
5.- Haciendo uso de todo su valor y creyéndose respaldado, el soldado de Colombia fue, va y estoy dudando si seguirá yendo a cualquier parte de Colombia y del mundo a perseguir a los terroristas que la agobian, para luego recibir oprobios, denuncias y sentencias, todo porque el poder de la corrupción tiene arrodillada a la justicia, amangualados a los políticos e inclinados a sus compatriotas.
6.- No hay el más mínimo respeto por hombres valientes, inteligentes, capaces, altruistas y leales porque en cualquier momento es tratado con el acto más grotesco por parte de sus gobernantes como es el decreto de “llamamiento a calificar servicios”, forma cruel de decirle adiós a esa persona que busca el mejor diario vivir para sus compatriotas pero que atenta contra los intereses personales de su mezquino poder. Un General educado, prudente, valiente, decidido y pensante es más peligroso para un político que un terrorista. Así está demostrado.
7.- Mientras un hombre entrega lo mejor de sí como es su salud, su juventud, su libertad, su vida, su bienestar y se somete a la afrenta de sus gobernantes y jueces y al silencio cómplice de sus compatriotas, el verdadero criminal y terrorista recibe tierras, visa, plata, cargos públicos, honores. Vale la pena entonces dar tanto para recibir tal castigo.
8.- La justicia arremete con toda clase de infamados procedimientos y violando el debido proceso sin que el mismo estado defienda al militar; aducen que fue formado para la guerra y por ese hecho, tiene la invencible razón de asesinar a su enemigo; el estado es el primero en condenarlo cuando sin pruebas acepta que es culpable como Mapiripan, Santo Domingo y cientos de casos por los que hoy hay 1275 militares detenidos y en escandaloso aumento, porque así lo dijo el colectivo de abogados.
Este exterminio en contra de los hombres que van al campo de batalla se define:
1.-Desde el soldado hasta el Mayor porque son los más desprotegidos en todo el sentido integral y finalmente pagan con la vida, la cárcel o el cementerio.
2.- Los Tenientes Coroneles y Coroneles que toman la responsabilidad de comandar batallones y brigadas, asumen la frase que se hizo inmortal y que ha producido tanto daño: “es responsable por lo que hagan y dejen de hacer sus hombres”, por tal motivo nuestra justicia lo llama “cómplice”, “autor intelectual”, “concierto para delinquir” al reunirse con sus estado o plana mayor terminando en una cárcel y,
3.- El cuerpo de Generales sometidos a tanta ignominia política y jurídica, que no les queda tiempo siquiera de brillar el sable y su bastón de mando, no para que hagan ruido, sino para guardarlo en su altar de la casa, porque ha su escritorio ha llegado el honroso papel donde le informan que ha sido llamado a calificar servicios si es que antes, no se ha enterado por los medios de comunicación o por el soldado de la escolta personal.
Por eso no hay y no habrá ruido de sables sino el inicio de un profundo silencio de fusiles que debe empezar a preocupar a muchos.
Siempre el Ejército ha sido el baluarte inexpugnable de Colombia, pero así como la política cambia los guerreros también lo hacen y ya empezó ese cambio por lo que Colombia se verá avocada a defender su Soldado y a exigirle a sus gobernantes RESPETO.
Ojala Colombia se aprendiera y practicara la Oración patria que oran los Soldados.