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¿Hasta cuando?

25/04/2012 21:20 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

imageJulio Roberto Bermúdez

APE

Acabo de echarle un vistazo a un editorial –el ascenso militar de China—, y el informe, –los nuevos dientes del dragón–, de la revista The Economist, del 7 al 13 de abril, en los que se comentan las consecuencias de estas políticas en el escenario mundial y regional. Por ahora se deja de lado las especulaciones sobre si en 2012 este país crecerá uno o dos puntos por debajo de 10% anual, como lo viene haciendo desde hace una década.

Los dirigentes chinos aprovechan toda ocasión para enfatizar el talante pacífico de su crecimiento económico, y señalan que es normal el incremento de 12% anual de su gasto militar, cercano al de su crecimiento, entre otras razones por la necesidad de mantener un brazo fuerte para garantizar la fluidez de sus exportaciones y asumir los compromisos derivados de su papel de potencia mundial.

Aunque sus fuerzas militares crecen y se modernizan, el presupuesto militar de China es menos de una cuarta parte del de Estados Unidos, pero los generales chinos quieren más, y es probable que en los próximos 20 años o algo más, este país haga los mayores gastos militares del mundo. De todas maneras, el rubro militar de China apenas supera el 2% de su PIB. Es casi lo mismo que el de Gran Bretaña y Francia, y apenas la mitad de gasto militar de USA.

Las cifras sobre el gasto militar de un país en pleno y consistente desarrollo, me llevaron a pensar en Colombia, que durante casi 60 años que lleva el conflicto interno, no hemos dejado de gastar preciosos, y escasos recursos económicos para una confrontación que sigue lejos de resolverse, por ser un problema que, en su origen, fue un mecanismo de supervivencia y luego un movimiento político para pedir una reforma agraria que el mismo liberalismo intentó hacer y no pudo.

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Las cifras de nuestros gastos bélicos son, por decir lo menos, escandalosas: El presupuesto militar es superior a 5 % del PIB; por contraste, la inversión en educación es menos al de la guerra y lo que destinamos cada año a ciencia y tecnología es mínimo. Y no hablemos del atraso de nuestra infraestructura, porque es tan evidente que basta señalar que ni siquiera hemos acabado de construir la doble calzada a Tunja o a Girardot, que no requieren ni grandes puentes, ni ciencia, ni despliegues tecnológicos especiales.

Colombia, a diferencia de China, no requiere un presupuesto militar para garantizar que su producción y exportaciones lleguen a los centros de consumo, ni para evitar la secesión de Taiwán (remember Panamá), o la piratería del Océano Índico, o rescatar a sus especialistas petroleros de zonas de conflicto como Libia. No, Colombia hace estos enormes gastos para reprimir un movimiento campesino, o el cultivo de coca, problemas más políticos y sociales que militares.

Estas reflexiones tienen la modesta pretensión de hacer un llamado a revertir la prioridad de nuestros gastos, e invertir en la búsqueda de la paz, que de todas maneras debe ser prioritaria en un país que ha perdido tiempo y dinero en la guerra y tiene mucho que ganar si se moderniza para insertarnos en la globalización de la que tanto se habla y tan poco se hace.

"Nunca es benéfico para la nación mantener ejércitos mucho tiempo en combate" dice el maestro Sun Tzu en su libro clásico "El arte de la guerra".


Sobre esta noticia

Autor:
Juan Sebastián Celis Maya (3029 noticias)
Fuente:
ape.org.co
Visitas:
415
Tipo:
Reportaje
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