Una persona que tiene un trastorno de comer compulsivamente se dice que es adicto a la comida. Las personas que han informado de una manía de comer parecen pensar que los alimentos se han convertido en una especie de obsesión. En la mayoría de las personas, hay un nervio en el cerebro que nos dice que cuando nuestros estómagos están llenos, pero en los comedores compulsivos, debido a su adicción a la comida, no les permite prestar atención a las advertencias. Con el tratamiento de comer compulsivo intenta hacer que dichas alertas puedan sentirse a tiempo.

Los comedores compulsivos suelen consumir grandes cantidades de alimentos, incluso cuando no tienen hambre. Ellos quedan atrapados en un ciclo de culpa por comer en exceso. Ellos se sienten culpables y deprimidos debido a su condición y, por tanto, en un esfuerzo para reducir el abrumador sentimiento de culpa, un comedor compulsivo vuelve a engullir más alimentos.

Peor aún es cuando se prueban algunos planes de dieta imposibles. Por lo general, un comedor compulsivo va a necesitar un poco de fuerza de voluntad muy impresionante para que se mantenga alejado de los alimentos. Si funciona, todo es bueno. Pero sobre todo, los comedores compulsivos no pueden hacer estas dietas y se odian a sí mismos por no ser capaz de apegarse a algo que es realmente bueno para ellos. Con el mejor tratamiento para el comedor compulsivo se incluyen aspectos psicológicos y físicos.

Puede haber varias razones por las que una persona tiene un trastorno de comer compulsivamente. Algunas personas son simplemente seducidas a la vista de la comida. Las hamburguesas para algunos son simplemente demasiado ricas como para resistirlas. Otros lo tienen como un placebo emocional. Se alimentan para poder hacer frente a las tensiones diarias, o para llenar un vacío interior. Algunas personas que padecen un dolor oculto tratan de contenerlo al comer.

Fuente: Qué es comer compulsivamente