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François Hollande fue investido el martes como el primer presidente socialista francés en 17 años, en una breve ceremonia previa a acudir a Berlín para cuestionar la receta de austeridad para Europa de la canciller alemana Angela Merkel.
En su discurso de investidura ante unos 400 invitados, Hollande dijo que trataría de cambiar el pacto europeo para introducir medidas que alienten el crecimiento en las políticas de recorte del déficit que, según los críticos, están dañando las perspectivas de crecimiento del bloque.
Marcando diferencias con su predecesor, Nicolas Sarkozy, a quien algunos criticaban por ser demasiado controlador e impulsivo, Hollande dijo que introduciría una presidencia ‘decorosa’ y ‘sobria’ que asegure que el Parlamento trabaje plenamente.
‘Estableceré las prioridades, pero no decidiré por todos, en todo y en todas partes’, dijo Hollande.
Hollande, cuya elección llega en un momento delicado para la zona euro por los temores sobre el futuro de Grecia en la moneda única, dará su primera rueda de prensa presidencial esta tarde en Berlín, flanqueado por la conservadora Merkel.
Sus palabras serán seguidas de cerca por los mercados financieros, deseosos de asegurarse que su impulso a favor de instrumentos para el crecimiento en el tratado de disciplina presupuestaria no agrian el comienzo de su relación con Merkel.
Jean-Pierre Jouyet, amigo de Hollande desde hace tres décadas y especialista en temas europeos, dijo que la cumbre de Berlín iría bien, pero que eso no significaba que Hollande fuera incapaz de presionar a Merkel a favor de una estrategia a favor del crecimiento.
‘Irá bien en términos de forma porque François Hollande es cortés y también lo es Angela Merkel’, dijo Jouyet, titular del regulador de mercados financieros de Francia, a la cadena RTL. ‘Ninguno de los dos tiene lecciones que dar al otro’, agregó.
Otras señales de política económica serán seguidas tanto dentro como fuera de Francia, donde la frustración sobre el creciente desempleo y la débil economía fueron factores claves para la derrota de Sarkozy.
Hollande dijo el lunes que sabía que sería juzgado por cómo empezara su presidencia.
‘SEÑOR NORMAL’
Hollande fue investido formalmente presidente a media mañana, en una ceremonia que se llevó a cabo después de que Nicolas Sarkozy lo saludara en las escaleras del palacio presidencial y lo introdujera al Elíseo para traspasarle códigos nucleares y otros archivos secretos del país.
Ansioso por no perder su imagen de ‘señor normal’ que ha atraído a votantes cansados de su ostentoso predecesor, Hollande había pedido que la ceremonia fuera de bajo perfil.
Invitó a apenas tres docenas de invitados personales que se sumaron a unos 350 funcionarios y ni sus hijos ni los de su pareja Valerie Trierweiler acudieron a la investidura.
Posteriormente fue conducido a la avenida de los Campos Elíseos en un coche descapotable.
Hollande viajará el jueves a Estados Unidos para las cumbres del G8 y la OTAN después de mantener su primera reunión de gabinete.