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El constructor automovilístico japonés Honda ha anunciado este viernes que los gastos ligados a la revisión de airbags defectuosos suministrados por la empresa Takata ascienden a 44.800 millones de yenes (362 millones de dólares, 322 millones de euros).
Pese a ello, este gasto excepcional no tendrá impacto sobre las previsiones de resultados no consolidados para el año contable en curso, afirmó la compañía nipona, indicando que hará figurar esta partida en los documentos financieros del ejercicio 2014/2015, que se publicarán a finales de junio.
Un defecto de fabricación en los airbags Takata, del que Honda es el principal cliente, hace que la bomba de aire estalle bajo ciertas condiciones, proyectando fragmentos de metal y plástico sobre el conductor o el pasajero.
Se considera que sus dispositivos son responsables de, al menos, seis accidentes mortales y otros muchos de menor gravedad, principalmente en EEUU.
A petición de las autoridades de EEUU, unos 34 millones de vehículos han debido ser examinados. Además de Honda, hay una decena de grupos de automóviles afectados: BMW, Fiat, Chrysler, General Motors, Ford, Mazda, Mitsubishi Motors, Nissan, Subaru y Toyota.