Su nombre era Carsten Flemming Hansen y había ingresado al hospital hace algunos días con una ruptura de aneurisma de aorta, estaba demasiado enfermo como para enfrentar a una cirugía, así que era cuestión de horas para que muriera por una hemorragia interna.

A pesar de que en el hospital no se puede fumar, las enfermeras y la familia no pudieron resistir hacer realidad el último deseo del señor Hansen: un cigarro mentolado y una copa de vino blanco.

El personal del hospital dijo: “el último deseo de Carsten Hansen era más importante que el tratamiento, la prevención y las normas contra el tabaco”; así que el paciente fue llevado al balcón y ahí, en compañía de su familia, pudo disfrutar de una copa de vino y su cigarro mientras veía su última puesta de sol.

Como el caso de Hansen, el hospital ya ha cumplido otras peticiones similares. Esta vez decidieron publicar la foto con el permiso de la familia, pues saben lo terrible que es morir de un aneurisma de aorta, pero sobre todo para combatir tabús sobre la muerte.

La fotografía de este hermoso momento fue publicado en la página de Facebook del hospital y desde el viernes ha sido compartida 4, 500 veces, con más de 70, 000 reacciones.

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