La tasa de inflación en Alemania se situó en julio en 2.0 por ciento, una ligera baja respecto a mayo y junio pasados, según el reporte preeliminar de la Oficina Federal de Información y Estadística, divulgado hoy.

La inflación en abril de este año fue de 1.6 por ciento; en mayo de 2.2 por ciento; y en junio de 2.1 por ciento.

Las cifras definitivas de julio se darán a conocer el próximo 14 de agosto, sin embargo significan el tercer mes en que el aumento de precios es de entre 2.0 y 2.2 por ciento. El límite para la tasa de inflación establecido por el Banco Central Europeo es ligeramente por debajo del 2.0 por ciento, con el fin de que el aumento de precios no afecte la capacidad adquisitiva de los consumidores.

El rubro que más se encareció durante julio pasado en Alemania fue el de la energía con 6.6 por ciento, le siguió el de los alimentos con 2.6 por ciento.

Se prevé que los precios de los alimentos se incrementarán en Alemania, ya que el caluroso verano ha diezmado de manera considerable varios productos del campo, en especial las papas, que son básicas en la alimentación diaria entre los alemanes, y el maíz, que es el principal alimento del ganado en el país.

Según analistas, el nivel actual de la inflación en Alemania es una buena noticia. Durante los últimos años se produjo un estancamiento generalizado de los precios en Europa, e incluso se llegó a temer una deflación. Esa tendencia partió de la gran crisis económica y financiera que impactó en Europa a partir de 2009.