Los jóvenes son interceptados en las calles de la ciudad por grupos de cuatro a ocho hombres que se movilizan en motocicletas y autos, quienes los interrogan en plena vía pública.

Los delincuentes que no se identifican como miembros de ningún grupo en particular preguntan datos personales como identificación, nombres de los padres y dirección de residencia, al tiempo que los graban con cámaras de video.

La situación que se viene presentando desde hace un mes tiene amedrentados a los habitantes de los barrios del occidente y norte de la ciudad, sectores deprimidos.

Los chicos son advertidos sobre la preselección de que son víctimas, indicándoles que si los vuelven a ver en la zona los reclutan en sus filas.

Los delincuentes que no se identifican como miembros de ningún grupo en particular preguntan datos personales como identificación, nombres de los padres

Las autoridades dicen desconocer esta situación pues los muchachos y sus familias se resisten a denunciar ante las autoridades estos hechos, por miedo a represalias.

Estas denuncias se suman al preocupante clima de zozobra en la localidad por las contantes extorsiones y ‘boleteos’ que han sido denunciados por 200 comerciantes de la ciudad, que en el último mes han sido víctimas de dos atentados para presionar su pago.