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El punto más importante, el esencial, para alcanzar un acuerdo de paz estable y duradera es el de la participación política
EL LEGADO DE SANTOS: LA PAZ
El punto más importante, el esencial, para alcanzar un acuerdo de paz estable y duradera es el de la participación política. La razón del por qué, es precisamente, porque los conflictos tienen origen en la desigualdad política y ella se incuba cuando se cierran los espacios y se construyen escenarios para el ejercicio del poder excluyente. Y lo más grave, sin garantías para el ejercicio de la oposición política, a la que se le aplica violencia activa, por medio de las armas estatales y paraestatales y la violencia pasiva aplicada a través de los medios de comunicación que defienden el régimen imperante.
Por eso los colombianos que entendemos esa premisa, no estamos dudando que el Presidente de la Republica Juan Manuel Santos es el depositario único de la llave para abrir la puerta y quitar la talanquera, que nos permitirá a los colombianos disfrutar del ambiente sosegado que nos otorga una nación rica en democracia, con pluralismo político, con el libre ejercicio al derecho de pretender el poder por la vía del respaldo ciudadano trasparente o de definir con la misma libertad, la ubicación en la escena de la oposición legitima.
El Presidente Santos, recibió un país polarizado, en el que el único lenguaje aceptable al Estado, era el de la confrontación bélica sobre la excusa de defender la seguridad democrática. No convenía al país, continuar negando la existencia de un conflicto armado, con orígenes en esenciales desigualdades políticas, económicas y sociales. Fue desde luego traumática la separación de dos modelos de política publica que no podían convivir y cuyo régimen de transición iría a crear orfandades en los enemigos de una salida negociada. Hoy el expresidente Álvaro Uribe representa en política el sendero diametralmente opuesto al del Presidente Juan Manuel Santos y eso resulta bueno para la democracia colombiana. Está claro y definido, que el Doctor Santos es el Doctor Santos, Presidente de los colombianos y que el Doctor Álvaro Uribe es expresidente. Y está claro que Juan Manuel Santos quiere dejar como legado a su patria, no solo las condiciones óptimas para gozar de una paz estable y duradera, sino su implementación y la escena de desarrollo y verificación de lo convenido. Y aunque el presidente no ha dicho si aspira o no a la reelección, los cierto es que para el propósito de construir el legado, se requieren como mínimo dos años más del periodo de este gobierno.
Hoy el expresidente Álvaro Uribe representa en política el sendero diametralmente opuesto al del Presidente Juan Manuel Santos
La voluntad de paz existe, pero el desarrollo del acuerdo y su verificación requieren del escenario institucional para adoptar cambios y medidas que brinden transparencia en los procesos electorales y nos incorporen al viaje de una cultura política democrática que interese a la ciudadanía en los asuntos públicos. Resulta fundamental y deben prepararse todos los partidos políticos, para integrar una mesa multipartidista, a fin de edificar los lineamientos del estatuto de garantías políticas para quienes se declaren en oposición.
Razón tenía nuestro presidente cuando nos advertía de la alineación de los astros para la paz de Colombia. Hay un astro por cada componente de la paz, uno de esos componentes, es la transparencia en la administración y la gestión pública. El acuerdo con las FARC contiene la promoción de veedurías ciudadanas y observatorios de transparencia. Se requieren unas instituciones eficientes y eficaces a la hora de combatir la corrupción. Cada astro nos brindara la luz necesaria, para construir ese legado de paz. Es momento de acompañar al Presidente Santos, rodeándolo, brindándole el apoyo ciudadano por la paz de Colombia.