El sábado, 1 de agosto del 2009, algunos hinchas del Atlético Nacional, que se encontraban "acompañando" a su equipo en el juego por la 4ta fecha del finalización colombiano armaron un ola de disturbios en el estadio Centenario de Armenia.

La decisión inicial de la Dimayor castigaba a Nacional con dos partidos a puerta cerrada como local y una multa de 4 millones de pesos, se supone, para apoyar algunos arreglos del estadio Centenario. Dónde se encontraban los hinchas del Nacional, quedó vuelto nada.

El Nacional apeló tal sanción y se falló a su favor. Y la verdad es que esa es la actitud correcta.

Más allá de que se haya hecho justicia con Nacional, los daños ocasionados al estadio Centenario (futura sede del mundial sub 20 del 2011), no aparece quién va a responder por éstos. Eso no se repone con no llevar atuendos del equipo visitante.

Una vez más los vándalos se salen con las suyas y no pagan nada. ¿Seguirán por ahí lo más de tranquilos sin alguna ley?. No, en el congreso se está trabajando la aprobación de una ley que dé castigo a los violentos en los estadios hasta por 15 años de cárcel.

Ojala y dicha ley salga a la luz de la justicia lo más pronto posible, para ver si estos 'terroristas del fútbol' se apartan de una vez de los estadios de Colombia y se pueda ver fútbol en paz.