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La industria y erl desarrollo de un país es base del protestantismo
El Faro del Araguaney.
No podemos callarnos, ante argumentaciones no válidas, ya observadas en el mundo cristiano- ontológico e ideológico. Hay un punto de disciplina que debemos entender para no quebrantar la tranquilidad del poder eclesial o de la república. Hemos sido arrastrado a un convenio o suma de asuntos, donde nunca hemos emitido una opinión, porque nos encontramos adscrito a una doctrina religiosa. Descubrimos, luego de tantos siglos que hemos sido seducido por la fascinación de algunos hombres que, desde su ignorancia son operadores políticos mecanizados por la burguesía y oligárquica.
Es una punición. Destrozaron nuestra identidad desde la conciencia, teniendo como base la cultura y civilización española. Nos encontramos en una etapa de transición, tanto evangélica como política. En lo último, el socialismo- democrático- comunismo fracasó en América Latina, un programa que se viene implementando desde 1858, con el espíritu del 23 de enero y, los dirigentes actuales ven fantasmas por doquier, porque perdieron en su optimismo de captación en las universidades públicas y, a nivel obrero por ambiciones personales.
Hay un pensamiento que nadie desea abordar que es el petrolero, cuna del desarrollo de nuestro país por las compañías extranjeras privadas. Lo que implica que debemos reconducir el país para darle en su estructura importantes cambios históricos. Los sueños no se hacen, se ejecutan.
Es cuestión de protagonismo. No una herejía o caer en el ateísmo, las interpretaciones escatológicas deben quedar a un lado, se debe entender el papel de la oligarquía en la sociedad, a la vez, como se solucionan los criterios de conflicto en la misma.
Jamás debimos acoger el capitalismo neoliberal como una fuerza de lucha, debido a que hay un conjunto de intereses que nos llevan a una autocritica seria para lograre la utilidad de una tecnología de mercado múltiple para definir la interpretación de intereses particulares o ir a la participación de un bien común. Es lograr una igualdad de oportunidades que nos da un carácter potencia y adultocéntrico a las sociedades basadas en esa economía de mercado.
La historia escondida del comunismo
En París, desde 1998 hay un conjunto de intereses que potencian a los Estados Unidos de Norteamérica que permitieron una guerra económica con Venezuela y América Latina y sus determinaciones ponen en peligro a los Estados- nación.
Es tiempo de una racionalidad económica en función de un interés privado, lo que implica tener racionalidad y óptica hacia un bien común. De esta manera llegamos al Estado Benefactor y de Bienestar para entrar a un derecho económico y social.
La obscuridad del hambre nos invade junto a la corrupción. Lo que obliga manejar un conjunto de estrategias y diseñar modelos y programas que nos lleva a una simbología que desinfecta la discusión de los hambrientos y desnutridos y, para paliar esta situación las Iglesias Evangélicas hacen labor social a nivel privado y el oficialismo no debe tejer un cronograma para adherirse de los mismos.
Se debe observar los procesos de dialogo y lo que expresan los comentaristas de corte marxista., ya que se traduce en debates para presentar programas alternativos que se alternen con lo alternativo. Nuestra economía es campesina, Quienes explotaban el petróleo eran empresas privadas.
* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño
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