Confinar a la población catalana de la 1 de la madrugada hasta las 6 de la mañana es, en las actuales circunstancias electoralista y gratuito. Aunque no tanto, no, después de pensarlo bién. Las fuerzas de seguridad en Barcelona y otras poblaciones grandes no pueden controlarlos botellones y concentraciones diversas, así, que toque de queda, y cada uno en su casa que haga lo que quiera, mientras no monte mucho escándalo, que movilice a los vecinos a llamar a las autoridades.....estilo Stasi de la desaparecida RDA.

Acostumbrado al libre quehacer de Madrid, llego a Barcelona tres dias antes de Navidad. Queremos pasa las fiestas con nuestro hijo y su familia.Estamos contentos.

Pero en la calle se palpa el descontento. El toque de queda ha echado al traste a la restauración, que paga siempre los platos rotos en Catalunya, con normas durante los dias mas complicados de la pandemia que no tenian ni ton ni son. Bares abiertos hasta las diez de la mañana, y a la hora de almorzar haciendo un alto en el trabajo....zas...cerrados  hasta la hora de servir unas comidas, que tambén tenían sus horarios cortados.

Espectaculos como el concierdo de LLach, grán artista, hay que decirlo, con todo el aforo del Sant Jordi vendido. Demasiada gente, se me antoja, pese a las mascarillas. Poca distancia, en mi modesta opinión, ...pero debía pesar mas el símbolo del de Verges, para todo el independentísmo, que una recomendable prudencia en el aforo.

Dia de Navidad, mas de lo mismo. Calles llenas i abarrotadas y mucha gente con la mascarilla bajada, o sencillamente no la llevaban.Por la tele y por la radio los médicos mas mediaticos en esto de la pandemia, entre ellos la doctora Campins, llaman a la limtación de las relaciones humanas. me gustaría saber, de verdad quien respetó el  número de diez comensales en las familias que se reunían en torno a la tradicional escudella i carns d´olla.

Los "rodalíes·" con sus horarios incumpldos, llenos como sardinas, foco seguro de contagio.Eso si, un tema positivo....para los bolsilos de algunos, las Farmacias como si regalaran helados en agosto....todos a comprar"tests" al precio que sea y antes de que se agoten.

Peligran alguna cabalgatas de Reyes. Nosotros hemos decidido estar en casa, ver todo los posibles la oferta peliculera de Netflix y disfrutar de la compañía de nuestra nieta . Todo hasta que Melchor, Gaspar y Baltasar, regresen a su palacio en Oriente tras repartir los juguetes.y el carbón. Luego, volveremos a Madrid, donde el clima de tolerancia es superior, y las infecciones, pués, la verdad mas o menos como en Barcelona.

Pero, mire, me siento en un clima de libertad, quizá ficticia, pero es lo que percibo, y a mis años, no me gustan las dictaduras.