¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Valentinadiazgomez escriba una noticia?
El vontarepismo o traición a los partidos que lo eligieron se ha convertido en una virtud para el gobierno colombiano. Los antecesores de la politica en Colombia se deben estar revolcando ensus tumbas de semejante abuso
Hasta hace poco un político "voltearepas" era una persona poco digna de confianza y merecía ser repudiada a todos a diferentes los niveles. Voltearse, traicionar las promesas hechas a sus electores, era un pecado grave. Un volteado normalmente no valía la pena ni para saludarlo. Donde nos fuera posible comunicarnos con Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliecer Gaitán, Carlos Lleras Restrepo, Laureano Gómez. Mariano Ospina Pérez, Misael Pastrana Borrero y tantos otros valores de la política colombiana, así nos lo confirmarían. No querrían saber nada de esos mala leche, pero, ahora, dentro del estilo político que ha querido implantar Álvaro Uribe, el volteare ismo y la traición, son motivo de aplauso, como es motivo de enaltecimiento vender su conciencia, su ética y su moral al mejor postor. Tenemos muchos ejemplos impúdicos y vergonzosos de los que solo citaremos la Yidispolitica y la feria de las notarias. Hasta donde hemos llegado en la ruindad y la bajeza de las nuevas costumbres.
Hoy Álvaro Uribe aplaude esta incorrecta forma de actuar. Frecuentemente recibe en la Casa de Nariño los cinco “voltearepas” más grandes de la historia de Colombia: Ángel Custodio Cabrera, María Violeta Niño, Felipe Fabián Orozco, José Ignacio Bermúdez y Luis Felipe Barrios. ¡Dan asco! “Esos cinco congresistas que acudieron al voltearepismo para votar el referendo reeleccionista podrían ser objeto de procesos de pérdida de investidura por la violación del régimen de bancadas”, precisaron algunos juristas consultados. Gómez, Ospina, Uribe Uribe, Gaitán, Lleras y todos los líderes antecesores de la política colombiana estarían de acuerdo. También, como nación moral a su pésimo comportamiento, merecen el repudio nacional en las próximas elecciones. ¿Qué paso? Los antes señalados voltearepas, habían sido notificados por las directivas de su partido, Cambio Radical, de una sanción correspondiente a la pérdida del derecho a votar en la Cámara, por violar el régimen de bancada. Su colectividad no respaldaba cambiar el texto del referendo por sabían que esa acción haría inconstitucional la ley de la reelección. Los congresistas quisieron evitar la sanción y se voltearon de partido hacia el de la U y votaron estando sancionados.
Hoy se hace de imperiosa necesidad, como sucedía en otras épocas, la realización de juicios responsabilidad social, ética y moral a los partidos políticos o sus dirigentes por lo que han hecho o dejado de hacer. Esto del “voltearepismo” ha “ultra puteado” a las diferentes colectividades al punto que un senador o un representante se considera más importante que un partido, que el pueblo que lo eligió. Esos personajes se han convertido en los sujetos más irresponsables del país. Van y vienen sin importarle nada diferente a llenar sus estómagos e hinchar sus cuentas bancarias. El repudiado “voltearepismo” ha impedido poder medir la eficiencia o no de los partidos causando un daño irreparable a nuestra democracia que ellos criminalmente utilizan. “El país ha perdido la memoria por completo, por descuido o por omisión, pero no se volvió a preocupar por controvertir o debatir el resultado político de los partidos”, creen los mas destacados politólogos. “Los partidos particularmente los de gobierno no funcionan para bien de la democracia sino al servicio de la corrupción cuyos ejecutores ya no generan oprobio, afrenta y deshonor. No hay cuentas claras sobre el comportamiento de los partidos y por ese motivo, los colombianos desconocen qué hacen por el país.”.
La ética y moral en los partidos políticos o sus dirigentes, ha dejado de ser en Colombia gracias al voltearepismo
El “voltearepismo” rediseñado por Álvaro Uribe y sus seguidores, “dio lugar a que se generaran numerosas patrañas esencia de la política colombiana del último año. El cuento, la farsa de comediantes que se pasaron de un lado a otro, con saltos posteriores porque la estructura del otro no funcionó a favor de intereses personales”. El “voltearepismo” es una vergüenza en una democracia, pero aquí en Colombia el gobierno lo cobijó aplicándole ciertos efectos de legalidad en una reforma sucia que se hizo ley. Por eso la situación política del momento en el país es de espanto. Es de miedo.”
Los partidos políticos en todo el mundo tienen como obligación fundamental a trabajar por las necesidades de la población, pero en Colombia no los hay haciendo política, eso les importa un carajo, están dedicados de tiempo completo a conformar empresas comerciales electorales de alto rendimiento financiero. “Lo que hay hoy son empresas registradas, marcas que se impulsan para la comercialización del producto, (candidato), que aparece en cada temporada política electoral, hacen sus ganancias y luego desaparecen. Con el tiempo se debilitan o fortalecen con el “voltearepismo”, como lo vemos vito en la Yidispolitica, feria de las notarias y ahora el caso de la votación en el congreso para aprobar una ley por las buenas o las malas, que buscaban consolidar los intereses personales del presidente, los voltearepas y amigos del mandatario. Para burlarse de los colombianos le ponen el raido ropaje de que se trata de “la voluntad popular”. Lo interesante es que no todo se ha perdido en el país, hay Cortes Judiciales que detectan y encuentran los abusos y las violaciones a las leyes.