Los repartidores que trabajan en Madrid tienen el trabajo complicado estos días. Los estragos del temporal Filomena todavía se nota en la capital, donde aparcar para descargar mercancía o llevar pedidos se está convirtiendo en una odisea.

Con las aceras y las calles todavía cubiertas de nieve se las tienen que apañar los trabajadores. Coches en doble fila, en las esquinas o en zonas prohibidas son la imagen habitual estos días.

"Muy complicado, sobre todo por el parking, porque no hay, además de por las condiciones de la carretera", explica un repartidor.

Tienen que repartir en muchas zonas de la capital donde las calles aún no están limpias y tienen miedo de quedarse atrapados. "Está todo muy mal, lleno de nieve y de ramas", comenta otro repartidor preguntado por la situación actual.

Además, muchos de ellos cuentan que ya van con días de retraso y van a marchas forzadas para cumplir con los plazos de entrega.