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La agencia de calificación internacional Standard and Poor's mantuvo este lunes la nota de la deuda soberana de Brasil en BBB-, en grado de inversión, confiando que las medidas del gobierno "para recuperar la credibilidad perdida" fortalecerán los flancos económico y fiscal del país.
La perspectiva fue mantenida también en "estable".
Rousseff "enfrenta un contexto económico y político extremadamente desafiante en medio de una fuerte caída de sus índices de aprobación, contracción económica e investigaciones de corrupción en Petrobras", indicó S&P en un comunicado.
Brasil está con la economía estancada, inflación en alza y las cuentas fiscales de 2014 en rojo. Todo esto mientras crece el escándalo de corrupción en el seno de la gigante estatal Petrobras, que toca a empresarios y políticos.
Pero la agencia destacó que "en un cambio de la política de su primer mandato, la presidenta ordenó a su equipo económico diseñar un ajuste en varios ámbitos, no sólo fiscal, para restaurar la credibilidad perdida y el ahora débil perfil económico y fiscal de Brasil", añadió.
S&P consideró que la "corrección" de la nueva política económica permitirá a Rousseff "recuperar gradualmente" la credibilidad perdida y "allanar el camino para perspectivas de crecimiento más fuertes para el próximo año y en adelante".
El programa de reajuste de Rousseff contempla la reactivación de algunos impuestos, recorte de gastos de funcionamiento en el Ejecutivo y restricción de beneficios a los trabajadores. El propio oficialismo ha criticado estas medidas.
El gobierno ha enfrentado resistencia en el Congreso para aprobar estas reformas, por lo que el el ministro de Hacienda Joaquim Levy promovió reuniones con representantes de la agencia para presentar el plan de ajuste y evitar un corte en la nota.
La agencia de calificación Moody's rebajó hace un mes la calificación de la deuda de Petrobras (de Baa3 a Ba2) y le retiró el grado de inversión por las investigaciones de corrupción y la preocupación de atrasos en la entrega de sus resultados financieros auditados.
La trama de corrupción en Petrobras, que según las autoridades movió unos 4.000 millones de dólares en una década, consistía en el pago de millonarios sobornos por parte de importantes constructoras a ejecutivos y políticos para ganar contratos en la estatal.