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Rafael Correa esta mas cerca a flores cada dia
POLARIZACION DE LAS RELACIONES EN SUDAMERICA: UN NUEVO ESCENARIO ESTRATÉGICO
De manera simplista algunos críticos del gobierno colombiano han reducido la etapa crítica de las relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador, incluida Bolivia, Cuba y Nicaragua, como una simple reyerta de egos de gobernantes populistas de derecha o de izquierda, atribuyendo a la decisión nacional de un acuerdo de cooperación bilateral contra el narcotráfico y el terrorismo, como la causa de la inconformidad de nuestros vecinos.
Quizá con un poco más de atrevimiento, la socialista Socorro Ramírez (EL TIEMPO, Domingo a Domingo, págs. 1-2, domingo 2 de agosto de 2009), finca la raíz de los conflictos en los alcances de la llamada Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que busca actuar como un bloque de poder con propósitos nacionales, regionales, hemisféricos y globales a partir de la implantación de un modelo político totalitario, el socialismo del siglo XXI a través de la radicalización interna de los procesos de cambio en los países que la conforman y la perpetuación a cualquier costo de los gobiernos afines a esos intereses.
El acuerdo de cooperación bilateral Colombia-EE.UU., no ha sido más que otro motivo para que los países del ALBA, ahora con el apoyo de UNASUR, pretendan inmiscuirse en los asuntos colombianos en búsqueda de ese objetivo de radicalizar la situación interna provocada por la amenaza terrorista representada por las Farc, Eln y Bandas Emergentes, y el afán de grupos políticos por desestabilizar y deslegitimar la Política de Defensa y Seguridad Democrática como estrategia político-militar para erradicar los procesos delictivos que amenazaban la institucionalidad democrática.
En la página oficial de la estatal venezolana PDVSA, se tiene que la propuesta del ALBA la formuló por primera vez el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la isla de Margarita, al noreste de Venezuela, en diciembre de 2001. La Alternativa Bolivariana para la América responde a la concepción integracionista de la política exterior venezolana, que promueve un nuevo orden internacional basado en la multipolaridad, impulsa el diálogo Sur-Sur y se expresa en una dimensión política, económica, cultural y militar.
En lo que atañe a la dimensión militar del ALBA, ya se evidencia el embrión de una alianza militar conformada por Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Ecuador, que se mostró públicamente en los desfiles conjuntos con ocasión de la VI Cumbre de esa organización en Angosturas, Venezuela en junio y la celebración de la independencia de Bolivia en La Paz, en julio de este año. En el desfile cívico-militar en Venezuela participaron cinco mil 200 efectivos de la Fuerza Armada venezolana y 126 representantes de los ejércitos de Cuba, Honduras, Nicaragua y Bolivia, integrantes del organismo de integración regional.
A la escalada armamentista iniciada por Venezuela con la compra de material de guerra ofensiva a Rusia, se suman los acuerdos suscritos por el Ecuador con China, que incluyen entre otras cosas apoyo en equipos militares inicialmente por 882.000 dólares anuales, la posible compra de cazas y helicópteros, así como de otros armamentos livianos. No sobra señalar que el acuerdo sino-ecuatoriano cuenta con el pleno respaldo económico del ALBA. Venezuela destinó recientemente una partida de 50 millones de dólares a Nicaragua, la cual puede tener destinación a aspectos militares.
Las intenciones belicistas del gobierno venezolano se ponen de manifiesto cuando Chávez anuncia que "la revolución socialista es pacífica, pero no está desarmada (…) el conflicto bélico representa una victoria pendiente por la verdadera y plena independencia de nuestros pueblos y por la unidad de nuestra América". ¿Cuál es el conflicto bélico pendiente? Recurrir al manido cuento de la amenaza norteamericana no hace más que disfrazar las verdaderas intenciones hegemónicas de Caracas y las actitudes asumidas en los últimos dos años pone de manifiesto las verdaderas intenciones, que ya alguna vez señaló, al relatar que como militar activo, con ocasión del incidente en el Golfo de la Corbeta Caldas y desde un tanque de guerra miraba y comprendía que algún día debía entrar en La Guajira.
Si bien es cierto que en ambos países el tema de las relaciones con el vecino es definitivamente importante, no sólo dentro del Gobierno, por motivos obvios y explicados, sino en especial a nivel de la opinión pública, temas como la delimitación marina ha sido mucho más sensible en Venezuela que en Colombia. Caracas ha estimulado el nacionalismo venezolano afirmando que "Los gobiernos venezolanos, que se sucedieron en el poder desde 1830 hasta 1941, podemos calificarlos de entreguistas, pues permitieron que Venezuela perdiera gran parte de su territorio". Este argumento, presentado en un libro que publicó en su momento el ministerio de fronteras de Venezuela, deja entrever hasta qué punto hay un sentimiento de reacción adversa frente a Colombia por el tema de la delimitación, agudizado por el sentimiento creado por el actual gobierno de que la lucha entre Colombia y Venezuela se debe comprender dentro de la lucha de clases que ha pregonado el comunismo internacional.
Es cierto igualmente que las relaciones entre Colombia y Venezuela han mantenido una dinámica en la que la integración se ha antepuesto a los eventuales incidentes que generan conflicto y fricción en la zona de frontera y, de hecho, entre las dos capitales. A pesar de los incidentes, el intercambio comercial demuestra que la manida frase según la cual es mucho más lo que nos une que lo que nos separa, dejó de ser un mero lugar común para convertirse en una realidad tangible.
Los problemas entre los dos países no van a desaparecer a corto ni mediano plazo dado lo extenso de la frontera común y la cantidad de personas que la habitan a uno y otro lado. De ahí surge la necesidad de fortalecer los existentes o de crear nuevos mecanismos que permitan que las diferencias se resuelvan dentro de los canales diplomáticos o institucionales, sin permitir que se acuda al expediente facilista del nacionalismo o las pasiones incendiarias.
El problema de las percepciones debe comenzar a cambiar en la medida en que los medios de comunicación, los elementos de cultura y el intercambio a todo nivel permitan descubrir que el "otro", allende la frontera, es mucho más uno mismo de lo que nos imaginábamos. La dificultad necesariamente estriba en las intenciones expansionistas del socialismo del siglo XXI que predica el gobierno venezolano y que no solo se manifiestan en el ALBA, UNASUR, sino en la existencia de la Coordinadora Continental Bolivariana, CCB, de la que hacen parte las organizaciones narcoguerrilleras colombianas; mientras no existan compromisos serios y evaluables de la ruptura de todo vínculo con estas organizaciones, las relaciones con nuestros vecinos sufrirán evidentes deterioros.
EL IDEARIO TERRORISTA DE LA CCB
La Operación Fénix ha sido el tema recurrente del gobierno de Ecuador para justificar no sólo la ruptura de relaciones diplomáticos sino los permanentes y sistemáticos agravios contra el pueblo colombiano del señor Rafael Correa, Presidente de ese país.
Pero no fue esta operación militar la que rompió la soberanía ecuatoriana, evidentemente lo ha sido la operación en ese país de las Farc y el cada vez más claro papel de la CCB en la organización de una internacional terrorista.
Sobre los extranjeros de varios países latinoamericanos en los campamentos de las Farc en Ecuador, se tiene que Lucía Morett y sus amigos volaron a Ecuador el 31 de enero de 2008. Sus familiares los vieron planear su viaje con semanas de antelación. El grupo ingresó a Ecuador en calidad de turista y obtuvo visa para cuarenta días. Participó en un acto académico en la ciudad de Cuenca, paseó por la costa ecuatoriana, visitó la Universidad Central de Ecuador, se reunió con líderes indígenas y asistió a dos actividades vinculadas: un seminario sobre la vigencia del pensamiento de Bolívar y al Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) del 24 al 28 de febrero en Quito.
LA EQUIVOCACION DE ECUADOR
Este evento era la razón del viaje de los jóvenes. El primer encuentro bolivariano había sido organizado por Hugo Chávez en Venezuela en 2003 y asistieron cuatrocientos simpatizantes de veinte países. Así promovía su concepto de “revolución bolivariana”, la transformación social, económica y cultural inspirada en el pensamiento de Bolívar. En esta ocasión los jóvenes mexicanos formaron parte de los 450 simpatizantes de Perú, Chile, Uruguay, Colombia, Ecuador, Puerto Rico y República Dominicana.
Los mexicanos presentes en el campamento narcoterrorista hacen parte del llamado Núcleo de Apoyo a las Farc que opera en México, del que hacen parte reconocidos terroristas como Mario Dagoberto Díaz Orgaz (un cubano que estudió en la Unión Soviética y luego se nacionalizó mexicano), Alejandro Cerezo, Frida Espejel y Elsa Arista, cuya actividad a favor de las Farc ha sido denunciada por el gobierno colombiano desde 1992; quienes además conforman la Cátedra Simón Bolívar, cuyo eje de actividad es el pensamiento bolivariano sobre la unión latinoamericana para enfrentar al imperialismo estadounidense.
La Cátedra organiza conferencias, promueve la revista Resistencia de las FARC, donde los terroristas publican sus análisis sobre la guerra en Colombia, así como el boletín Voz Bolivariana, el órgano informativo del Movimiento Mexicano de Solidaridad con las Luchas del Pueblo Colombiano (MMSSLPC). También venden libros y material musical que tradicionalmente ha producido la guerrilla, la llamada “música fariana”: llaneras, vallenatos, andinas, cumbias, rancheras, sones, tangos, boleros y hasta rap. La Cátedra comparte el espacio de su cubículo con el de la cafetería del Comité Cerezo, organización de derechos humanos.
La justificación de los militantes del denominado Núcleo, como las del gobierno ecuatoriano, con respecto a la presencia de extranjeros en un campamento terrorista, no puede ser más pueril:
En el encuentro en Quito, el Núcleo presentó una obra de teatro que fue grabada en video. La Coordinadora Continental Bolivariana dice respetar todas las formas de lucha por el socialismo, incluida la vía armada, por lo que fue transmitido un video del comandante Raúl Reyes en el que éste se manifestó por “la lucha antiimperialista”.
Al Congreso también acudieron de manera individual algunos guerrilleros de las FARC. Contactaron a varios asistentes, entre ellos a los del Núcleo, así como a jóvenes chilenos, para invitarlos a ir al acantonamiento que la guerrilla tenía en la franja fronteriza de Ecuador, a dos kilómetros de Colombia. Al Núcleo le entusiasmó la idea de ir, por curiosidad y porque algunos trabajaban sus tesis sobre movimientos latinoamericanos. Juan González la hacía acerca de la música guerrillera, pues era un amante de la trova popular. El 28 de febrero, día en que concluyó el foro, Morett y sus amigos se dispusieron a ir al campamento. Viajaron día y medio en autobús, vehículo y bote, y luego un guía los hizo caminar hasta el sitio en cuestión. Arribaron el 29 de febrero a las seis de la tarde. El joven chileno Manuel Olate prácticamente se cruzó con ellos. Él estuvo en el reducto subversivo un día antes de la llegada del Núcleo y lo describió así al diario chileno El Siglo: “…había gente de distintos países ya que éste no era un campamento propiamente guerrillero, sino una instancia de relaciones internacionales donde había continuamente entrevistas y reuniones con el comandante Raúl [Reyes], con la idea de adelantar el proceso de canje humanitario. Cuando nosotros salimos otras delegaciones iban entrando…”.[12]
No puede caber explicación lógica sobre la tolerancia de las autoridades ecuatorianas sobre el desplazamiento de un grupo numeroso de extranjeros que acuden a un supuesto foro bolivariano y terminan, acompañados por terroristas de las Farc, dirigiéndose al campamento fariano, mucho menos para justificar que no era un campamento guerrillero sino una instancia de relaciones internacionales.
A los anteriores hechos indicadores, no se puede sustraer la advertencia de la Cancillería israelí que da cuenta de la presencia de células del Hezbollah en La Guajira colombiana, alimentadas por la facilidad que el gobierno venezolano da a personas provenientes de Irán y otros países del medio oriente en virtud de acuerdos que incluyen cooperación militar, acuerdos de los que también hace parte Bolivia y posiblemente se surtan con Ecuador.
Evidentemente, el tema de las relaciones de Colombia con sus vecinos Venezuela y Ecuador, también con Nicaragua, sobrepasa ya las simples discusiones diplomáticas, más cuando organismos como la OEA han demostrado hasta la saciedad su ineficiencia y no son garantía política para el país, como queda demostrado en los hechos de Honduras; la OEA está demasiado infiltrada por los intereses del ALBA y la CCB.
Como lo señala Socorro Ramírez, muchos gobiernos que no están a favor de la polarización de la región prefieren callar ante la intimidación de Chávez y el temor de una intervención en su país, prefieren guardar distancia ante las opciones del gobierno colombiano, de tal manera que de consolidarse las dinámicas geopolíticas en tensión, Colombia quedaría en un huracán de consecuencias imprededecibles.
PDVSA. Petróleos de Venezuela S.A. Alba. Caracas, Boletines de prensa. 2009. Disponible en: http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/salaprensa/readesp.tpl.html& newsid_obj_id=214& newsid_temas=54
EL HERALDO.HN.MUNDO. 24.06.09. Chávez “Es una revolución pacífica, pero armada. Honduras. En: http://www.elheraldo.hn/Mundo/Ediciones/2009/06/24/Noticias/Chavez-Es-una-revolucion-pacifica-pero-armada
Hasta finales de la década pasada, el eje central de la relación bilateral con Venezuela giró, en esencia, alrededor de la búsqueda de una solución equitativa para los problemas de delimitación. En materia terrestre hasta la década de los cuarenta y de áreas marítimas y submarinas de ahí hasta los ochenta. El último gran intento de lograr un acuerdo justo fracasó con la llamada Hipótesis de Caraballeda. La inercia en las negociaciones que siguió a Caraballeda fue interrumpida en agosto 1987 tras el incidente de la Corbeta Caldas, que puso a ambos países al borde de un conflicto de impredecibles consecuencias.
RAMÍREZ LEÓN, José Luis. Universidad de Los Andes. Revista No. 32. Colombia y Venezuela: el fracaso de un modelo o la necesidad de revitalizarlo. Octubre-Diciembre 1995. Disponible en: http://colombiainternacional.uniandes.edu.co/view.php/219/1.php