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Moody?s anunció este martes la reducción de su perspectiva para el sistema bancario mexicano de estable a negativa.
De acuerdo con la institución calificadora el cambio se dio debido a "la combinación de los bajos precios del petróleo, el incremento de las tasas de interés, la fuerte depreciación del peso y el crecimiento menor al esperado de Estados Unidos", principal socio comercial de México.
El caso de Petróleos Mexicanos (Pemex) es delicado, pues según el estimado de Moody's alrededor del 6% de la totalidad de créditos insolutos en el sistema bancario mexicano y entre 30 y 40% del capital básico provienen de la petrolera estatal, la cual "continúa luchando con restricciones de liquidez y un alto apalancamiento financiero", reportan.
Esa inestabilidad también impacta a otros grandes deudores de la banca que son la extensa red de proveedores de Pemex y los gobiernos estatales y municipales que dependen de las transferencias federales, que históricamente han sido fondeadas principalmente con ingresos petroleros.
En un comunicado, Moody's ubicó su expectativa de crecimiento para la economía de México en "alrededor de 2.5% este año y en 2017", con lo cual básicamente se mantendría sin cambio con respecto a 2015.
Otro factor que influyó en la reducción fueron las presiones fiscales del gobierno, "las cuales eventualmente reducirían su capacidad para dar apoyo a los bancos del país en tiempos de estrés", señaló la calificadora.