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Ha violado el Estado y la misma justicia la constitución y las leyes al no defender el derecho a la justicia equilibrada, pronta, eficaz y eficiente cuando se trata de juzgar a la fuerza pública
Sí hay una Institución que está desmotivada, preocupada, desesperada, atrapada, apabullada y arrinconada es precisamente la Fuerza Pública y en especial el Ejército porque se ha quedado sola y peor aún, recibe los actos más hipócritas de quienes juro defender.
El gobierno Nacional emitió un decreto donde se les incrementaba sus salarios y se les hacia respetar unos derechos y, hoy hay más de cien mil demandas porque no le han reconocido ese derecho. Más grave, ese derecho se perdió si pasados 4 años no se demandaba por parte de cada persona, pero eso no dice el decreto. La justicia ha fallado infinidad de casos a favor de los beneficiarios y el estado no les ha reconocido lo que ganaron en estrados judiciales y mucho menos la justicia se ha hecho respetar. Perder derechos por no demandar es violación a esos mismos derechos, pero como son Militares y Policías ellos no tienen los mismos derechos que sus compatriotas. Por otro lado el Estado No Respeta a su fuerza Pública al no ejecutar el decreto y como si fuera poco su Ministro de Defensa paga con medallas pero a los funcionarios de la rama judicial porque a sus uniformados se les coloca más requisitos que a los particulares. Ni a las medallas tienen ya casi derecho los uniformados.
El Estado ha permitido que otros Estados u organizaciones Internacionales lo presionen en el caso de la lucha interna y para que goce de buena salud Internacional, ha vendido a su Ejército especialmente, los fallos así lo demuestran; han preferido pagar y dejarse condenar así tengan la razón los miembros de la fuerza pública; ha permitido el estado condenas que de hacer respetar el debido proceso hoy no estaría tan cuestionada la justicia, la izquierda y las Ong’s que se lucran de este jugoso negocio. Sin ponerse colorado por un momento han condenado a esos hombres que dan la vida por un gobierno y una nación que no los merece y no los merece porque su mezquindad y corrupción los tiene atrapados en otras cosas.
Ha violado el Estado y la misma justicia la constitución y las leyes al no defender el derecho a la justicia equilibrada, pronta, eficaz y eficiente cuando se trata de juzgar a la fuerza pública. Responden diciendo que el Ejército Colombiano tiene la Moral alta porque dieron de Baja a Alias Cano, cuando es tan solo un objetivo dentro de los más de 10.000 que se deben tener, pero caigan en la cuenta que los últimos tres objetivos son producto de Tecnología Aérea y de corromper a los súbditos de estos cabecillas, pero combates abiertos no los hay, enfrentamientos directos no los hay y no los habrá en la medida que amarren a sus tropas a ordenes de Operaciones llenas de Prohibiciones y más serán las oportunidades de recibir golpes porque son muchos los factores que atentan contra esa tropa destacada en parajes inhóspitos.
Haber dado de Baja a Reyes, Cano y a Jojoy no ha determinado que la cruenta guerra disminuya, ni los planes cambien y si por el contrario hoy son muchos los que claman una negociación para vender allí lo que no pudieron alcanzar al tomar las armas y atacar a sus compatriotas. Exigirán toda clase de prebendas y entre ellas terminar de sentenciar a los soldados y policías que son legales e institucionales porque el pueblo Internacional y Nacional espera condenas y lo que menos les preocupa es que sean las cabezas de estos héroes.
Quien defiende a los soldados, infantes y policías?, tan solo sus padres, hermanos, algunas esposas y sus hijos porque ni siquiera los altos mandos los apoyan, ya que se apresuran a destituirlos amparados en las facultades discrecionales con el fin de evitar que cuestionen su mando por no tomar decisiones inmediatas y el más claro ejemplo son los 27 militares dados de baja por los supuestos falsos positivos. Sin entrar a detallar asuntos internos de funcionamiento en la que estos hacen profunda mella en la mayoría de mandos que esperan actuaciones honestas de sus superiores al momento de evaluarlos y calificarnos con el fin de alcanzar cargos, grados, comisiones, condecoraciones y que como es bien conocido no actúa tal profesionalismo y honestidad porque las equivocaciones son muchas, evidentes, continuas y hasta fatales para el prestigio y honor de la Institución. Más grave aún cuando recurren abiertamente al sistema de Llamamiento a Calificar Servicios aduciendo que es el mejor sistema para derrotar al corrupto pero llevándose a muchos que no merecen ese calificativo, ventana abierta en su momento para sacar de la Fuerza Pública a muchos integrantes de los cuales se sabían estaban en connivencia con fuerzas oscuras evitando un desgaste significativo pero abusando de tal manera que la optaron para todo lo que les pareciera fuera contrario a sus intereses personales y profesionales, pero jamás pensando Institucionalmente.
Saben ustedes cuanto le cuesta y cuál es el periplo por el que pasa un herido o enfermo para recibir las mínimas atenciones y las indemnizaciones que les corresponde y peor aún lo que les toca después de no estar en actividad? Más arduo cuando se trata de un muerto. Si hay algo que no funciona bien y es lamentable es precisamente la Sanidad.
Cuando una ONG de derechos Humanos habla, de inmediato tiemblan las autoridades gubernamentales y las judiciales y por encima de lo que sea deben condenar a sus soldados, es la cuenta más fácil de saldar. No hay el más mínimo respeto por el debido proceso, cualquier funcionario público al ser atrapado en hechos delictivos merece el reconocimiento de todos sus derechos y si no ocurre, recibe todas las indemnizaciones y rectificaciones del caso, pero cuando se trata de un uniformado basta con acudir al decreto de las facultades discrecionales para avasallarlo y destrozarlo moral, sicológica, familiar, social y laboralmente dejándolo a las puertas de integrar bandas criminales porque sería casi que la única forma de subsistir y sobrevivir junto a su núcleo familiar, cuando es que no es capturado en su casa o batallón por la fiscalía.
El abandono en las mínimas condiciones de protección social a los que están en actividad porque el servicio médico es denigrante, los sueldos son incrementados por debajo de cualquier ciudadano del común, son dados de baja empezando por el presidente de la república sin que le importe si lo que se dice es cierto o no, las cárceles civiles se están llenando de militares y por actos del servicio; desacreditaron de la forma más vil el manejo de la cárcel de Tolemaida y todo porque hablo duro la Revista Semana, pero nada distinto a lo que está permitido en los reglamentos penitenciarios como estudiar, o como vender en un caspete para sobrevivir y disminuir su tiempo de condena que a propósito los militares son los únicos que no tienen derecho a rebajas de penas y mucho menos salir a permisos extra muros como determina la ley civil no militar. Pero además debe ir a pagar su condena en la celda contigua a la de terroristas, asesinos, delincuentes, que combatió, sin contar los desprecios y humillaciones que la guardia carcelaria les provoca a diario.
Y por esas razones es que podemos hablar de Moral baja en las tropas,
El soldado no tiene miedo a las minas anti persona como decía Alias Cano, a lo que más miedo le tiene es a caer en manos de la justicia colombiana, esa si es su verdadera tormenta y es pánico el que se le tiene ya que nadie puede discutir sus fallos y quien se atreva a discutirlos, simplemente será enjuiciado por no estar de acuerdo, por faltar al respeto y a la dignidad de la justicia, esa misma que esta arrodillada y corrompida hasta los tuétanos y esperemos a que vayan saliendo a flote más casos de falsos jurídicos.
El soldado, infante o Policía no le teme a las minas a lo que teme es a la indiferencia del pueblo Colombiano, a la hipocresía de su Gobierno, a lo agachado de sus altos mandos, a la corrupción de una justicia politizada e inepta y desequilibrada. Señores no se llamen a mentiras, al miembro de la fuerza pública lo tienen en franco abandono, en el que lo sumió su propio Gobierno y al que defienden con sus vidas. Señores Generales y Almirantes, el primer paso lo dio el señor General NAVAS al opinar sobre la clase de justicia que debe haber, es el momento de seguir y poner a disposición sus cargos si es necesario, dejar de cuidar tanto el puesto y sacrificar el honor de sus prebendas por el bienestar de los subalternos que son la razón de ser del éxito.
El soldado vive de sus medallas y del honor al combatir contra un enemigo, pero sus familias No; cuando ese hombre va al combate tiene la ilusión y la esperanza que atrás hay un estado que le protege a su familia, hay un estado que se preocupa de él mientras combate, pero a su regreso encuentra más angustias y preocupaciones porque está frente a necesidades apremiantes como encontrar un excelente abogado que lo defienda, una investigación simulada que pronto lo dejara por fuera de la institución, al desalojo de su familia de la casa fiscal, que no es gratis porque tiene como cualquier colombiano la obligación de pagar el arriendo y los servicios públicos, nada hay gratis para ese hombre; al no contar con los servicios médicos oportunos y buenos para él y su familia; que no se le reconozca equitativamente los pagos por indemnizaciones .
El Soldado es legal, es constitucional, sin embargo pareciera que fuera el monstruo, el asesino, el apátrida, el terrorista, al que hay que degollar, desprestigiar, arrinconar y deshonrar de la manera más absurda y miserable, con el agravante que nadie sale en su defensa. No hablen de la Moral en Alto, no sigamos con la política que al gobierno se le dice las cosas en reunión y de la manera más suave para no herir susceptibilidades, pero la verdad es que ese hombre de bajo y medio rango está solo, presionado por superiores, perseguido por la justicia, arrinconado por el gobierno, apabullado por los medios de comunicación y de paso condenado por la indiferencia de sus compatriotas.
Viene un funcionario extranjero y acusa a la Justicia Penal Militar de no haber resuelto los crímenes de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos cometidos por los miembros de la fuerza pública y se atreve a decir que los falsos positivos han sido casos cerrados por los funcionarios de la Justicia Penal Militar sin que nadie salga a desmentirlo, sin que nadie se atreva a decirle lo grave de sus acusaciones, lo falsas que son y temerarias porque la Justicia Penal Militar no ha tenido en sus manos los famosos crímenes de los cuales habla; el más viejo de los casos es el del Palacio de Justicia y sabemos cómo está; entregados todos los procesos a la Fiscalía donde se han pronunciado en sendas sentencias y hoy descubrimos las porquerías que han hecho para condenar a esos hombres. Nadie discute que se han cometido delitos, nadie discute que se han cometido errores, nadie discute que juzguen a ese hombre, lo que se discute es ese afán mediático para violar el debido proceso; el Militar solo quiere una justicia equilibrada, respetuosa, seria, impoluta, neutral, honesta, pulcra y no esa que hoy lo tiene con la moral en el piso. Le recuerdo al señor comisionado de derechos humanos de la OEA que hay un Juez de la Justicia Penal Militar en proceso de ser condenado por atreverse a solicitar el caso del palacio de justicia ya que a la luz de todos este es un hecho que ocurrió como respuesta a un ataque terrorista y que si se cometieron desmanes, como quieren hacerlo ver y solo para sacarle plata al estado, le corresponde a los mismos militares probar y demostrar porque las maniobras tácticas no se cumplieron con el debido celo y oportunidad. El portar un arma ilegalmente y atacar con ella es simplemente una contravención para los terroristas pero para un militar, significa acabar en la cárcel y destituido de la manera más fulminante posible, además de ser sometido a los medios de comunicación voraces aves de rapiña dispuestos a enlodar más a la fuerza pública.
El Soldado, infante y Policía Colombiano es tan solidario y respetuoso que a pesar de todos esos inconvenientes sigue dando su vida en los campos y ciudades de Colombia para que llegue la paz, la concordia, la felicidad a todos los hogares. Pero la respuesta de porque la moral está en el piso quedan resueltas con el caso de Santo Domingo, Palacio de Justicia, Mapiripan, Mayor Ordoñez y pueden seguirse citando casos. No, el alto mando no puede salir a decir que la moral está en alto cuando prefieren seguir calentando el puesto y recibiendo sus beneficios, mientras los de abajo y del medio están sosteniendo solitos esta guerra.
Callar o seguir arrodillada la familia militar para no atacar al honorable Funcionario del Estado es un acto que nos está conduciendo a la destrucción por dentro; morir en un campo de batalla No es más digno para ese hombre para ese guerrero, para ese vocacionista porque al día siguiente de su muerte los terroristas siguen ocupando puestos en el alto gobierno, los vivos cobrando altas sumas de dinero y la sociedad se olvido de su héroe que ayer ofrendo lo mejor de sí, la vida y la de su familia para que otros aún muertos lo condenen porque llena está Colombia de Depredadores.
Merece atención especial el cuerpo de los Generales y Almirantes en uso de buen retiro, porque en todo este tiempo han dejado solos a sus subalternos. Recuerden que fueron ustedes los que le permitieron a su Ministro de Defensa convencer al presidente Uribe de Perder el Fuero Militar, ustedes aportaron lo mejor en su momento para entregarlos a una justicia corruptible y por esas razones es que podemos hablar de Moral baja en las tropas, especialmente en los mandos medios y bajos.