¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Dhidalgo escriba una noticia?
Si eres un profesional de la estética deberías de realizar cursos de estética para estar siempre a la moda
Desde el antiguo Egipto, el pelo, el maquillaje y la barba tienen un significado simbólico. Daban mucha importancia al peinado y al maquillaje, de los que se encargaban peluqueros y maquilladores personales. También era habitual enriquecer los peinados con horquillas y extensiones de pelo humano, lana de oveja o hilo de oro.
En Grecia, el cabello se ondulaba con una plancha caliente. El cabello se adornaba con cintas y joyas, y fue también en Grecia donde se establecieron las primeras barberías, que se convirtieron en un lugar de encuentro y socialización para los hombres, donde se hablaba de todo, desde política hasta finanzas.
En la antigua Roma, los peinados se hicieron más complejos y cuanto más alta era la clase social, más sofisticados eran. Los hombres utilizaban pelucas o coronas de laurel para camuflar la calvicie, mientras que estaba muy de moda que las mujeres utilizaran pelucas hechas con el pelo rubio de los esclavos de los países del norte.
En la Edad Media, la Iglesia católica ejercía una fuerte influencia en las tendencias, y de los suntuosos peinados de antaño se pasó a la obligación de que los hombres llevaran el pelo largo recogido en una coleta y las mujeres se cubrieran la cabeza con velos.
Para los bárbaros, durante el periodo de las invasiones bárbaras, el pelo era sinónimo de poder, tanto físico como mental: cuanto más largo era, mayor era su prestigio, su autoridad y su posición social.
Si eres un profesional de la estética deberías de realizar cursos de estética para estar siempre a la moda
Perder el pelo en la batalla era un signo de deshonra y por esta razón los prisioneros eran afeitados en señal de desprecio.
En el Renacimiento, las mujeres volvieron a descubrirse la cabeza y los hombres se dejaron barba y bigote.
El siglo XVIII se considera un periodo de gran elegancia. Con pelucas combinadas con pelo natural, creadas por artesanos especializados y bastante recargadas.
La Revolución Francesa supuso la vuelta a un estilo sobrio para la practicidad, y los hombres renunciaron a las pelucas y llevaron el pelo largo recogido.
En el siglo XIX, los bigotes y las patillas volvieron a estar de moda y las mujeres llevaban moño, y fue durante este periodo cuando se crearon los primeros salones de belleza.
A principios del siglo XX eran las estrellas de cine las que dictaban la moda, y a partir de 1968 nacieron estilos que definían orientaciones políticas, como los estilos hippie, punk, skin head y yuppie.
Hoy en día, todo el mundo puede crear su propio estilo personal basándose en su somática e imaginación y sentirse y verse siempre a la moda. Si eres un profesional de la estética deberías de realizar cursos de estética para estar siempre a la moda