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El profesor Colin Blakemore, del Consejo de Investigación Médica Británica, afirma que existe un nuevo tope hasta el cual el cuerpo humano puede envejecer. Según él ”los 120 años podría ser el verdadero límite, absoluto, de la esperanza de vida"
El hombre podrá vivir joven hasta los 120 años, según los neurólogos británicos de la Universidad de Oxford.
El límite de la longevidad ha aumentado incluso estadísticamente, pero el secreto no es llegar hasta esa edad sino mantenerse joven incluso con un siglo a las espaldas. Los 120 años de edad señalaran precisamente la línea roja de la esperanza de vida humana. El quid son las neuronas que se sabe que se sabe seguro se regeneran pero el sistema para lograrlo es todavía un secreto.
El profesor Colin Blakemore, exdirector ejecutivo del Consejo de Investigación Médica Británica, afirmó que existe un nuevo tope hasta el cual el cuerpo humano puede envejecer. Según sus palabras, ”los 120 años podría ser el verdadero límite, absoluto, de la esperanza de vida".
El diario 'The Daily Mail' ha reprodido el discurso que el neurobiólogo británico, profesor de las Universidades de Londres y de Oxford, en una conferencia de gerontología, durante la cual varioscientíficos discutieron el futuro de la medicina en relación con la esperanza de vida.
Los participantes a la conferencia concluyeron que los medicamentos no son tan decisivos como se pensaba y tienen un efecto limitado en la prolongación de la vida humana. Los científicos opinaron que sería más importante mejorar la salud y la calidad de vida, que prolongarla.Todo el mundo parece estar de acuerdo, vivir mucho pero vivir joven.
El número de personas que superan los 100 años se ha disparado casi en un 75% en la última década, y Blakemore considera que esta cifra sigue en aumento. Sin embargo, afirmó que las personas que superar la edad de 120 años es todavía una meta, algo todavía tan raro que, a pesar de los avances y tecnológicos y médicos, es poco probable que se logre superar ese umbral.
El índice Global AgeWatch 2018, que clasifica a 96 naciones del mundo según la calidad de vida de los ancianos y revela que para el año 2050 el 21% de la población mundial será de personas mayores de 60 años.Pero menores de los ciento veinte
Juventud eterna es ahora el lema: vivir hasta el limite, pero no como viejos sino como jóvenes, quedarse en la zona del cerebro que no envejece.
Neurocientíficos de la Universidad de Adelaide, Australia, están de acuerdo con sus colegas de Oxford, que una parte del cerebro humano mantiene el mismo nivel de funcionamiento a todas las edades.
Durante la investigación, los científicos compararon la capacidad de 60 personas de diferentes edades para reaccionar a estímulos visuales y de otro tipo con el fin de evaluar su percepción espacial.
La percepción del espacio es la capacidad de concentrarse en un objeto específico en un entorno de una gran variedad de estímulos visuales, algo que practicamos en casi todas las acciones de la vida cotidiana.
Los neurocientíficos han revelado que en algunas pruebas de percepción espacial los resultados obtenidos por las personas mayores no fueron peores que los de los jóvenes. De hecho, casi todos los participantes de edades dispares mostraron más o menos los mismos resultados en las pruebas visuales, táctiles y auditivas. Esto significa que hay sistemas cognitivos en el hemisferio cerebral derecho responsables de la percepción espacial y de otras funciones que a las que no afecta el envejecimiento.
La científica Joanna Brooks presentó sus hallazgos en la XII Conferencia Internacional de Neurociencia Cognitiva en Brisbane, Australia. Este estudio, según Brooks, desafía las teorías actuales sobre cómo el envejecimiento afecta al cerebro siempre.
"Cuando pensamos en el envejecimiento, no pensamos solo en sus aspectos físicos, sino también en el aspecto cognitivo del mismo, sobre todo cuando se trata, por ejemplo, del tiempo de reacción, que suele ser más lenta entre los adultos mayores", dijo la investigadora, citada en el portal Medical News Today.
"Nuestros resultados desafían los modelos actuales de envejecimiento cognitivo debido a que muestran que el lado derecho del cerebro permanece dominante en el procesamiento espacial a lo largo de toda la vida adulta. Ahora tenemos que comprender mejor cómo y saber por qué algunas áreas del cerebro parecen estar más afectadas por el envejecimiento que otras", destacó.
Asimismo, Brooks señala que este estudio podría también proporcionar mejor comprensión de cómo y por qué las condiciones que alteran el funcionamiento cognitivo, como la enfermedad de Alzheimer, afectan al cerebro humano
El cerebro se regenera mucho más allá de los 60 años, en cantidades apreciables
Los ensayos nucleares realizados a mediados del siglo XX y el carbono-14 han permitido a los científicos confirmar que las neuronas se renuevan y se forman en el cerebro adulto y en grandes cantidades.
El hallazgo de que las neuronas se regeneran y de que el cerebro produce 700 neuronas nuevas al día ha dado al hombre un consuelo invalorable
Hasta los años 60 se creía que las neuronas no se regeneran en el cerebro de los adultos, sino que las funciones de las neuronas ‘caducadas’ se distribuyen entre las neuronas restantes. En 1998 el científico sueco Peter Ericsson descubrió que sí se producen neuronas en los adultos, pero no se sabe en qué cantidades y si su producción puede influir en la memoria y la capacidad mental.
La respuesta a estas preguntas la cree haber encontrado un grupo de investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) mediante el carbono-14, el isótopo de carbono.
El elemento clave es el carbono-14, que está presente en el ambiente como parte de la radiación natural y sirve a los científicos para datar los fósiles y determinar las condiciones climáticas y biológicas existentes en el tiempo de su hallazgo, se produjo en cantidades muy grandes entre los años 1945 y 1963 como resultado de los ensayos nucleares realizados por varios países, y llegó hasta el organismo de gente que vivía todavía. Los científicos pensaron que las neuronas podrían ahora ser “fechadas por Carbono-14”.
El carbono-14 se integra en el ADN durante la división celular, es decir, durante la formación de nuevas células. Por la velocidad de desintegración del isótopo se ha sabido que los científicos pueden calcular exactamente cuándo nacieron las células, gracias al Carbono-14.
Al medir la concentración de carbono-14 en el ADN de las neuronas del hipocampo (parte del cerebro responsable de la memoria y las emociones) de personas fallecidas y, sabiendo la edad de las células, los investigadores determinaron que parte de las neuronas de estas personas nació no cuando eran jóvenes sino llegadas ya a edad adulta. Aproximadamente un tercio de estas células se renuevan periódicamente a lo largo de toda la vida.
Los investigadores, que publicaron los resultados de su trabajo en la revista ‘Cell’, en 2013, establecieron que el cerebro produce hasta 700 nuevas neuronas al día; esta velocidad asegura que las neuronas que mueren son reemplazadas por otras nuevas. Los científicos dedicarán sus próximos estudios a la investigación de la posible influencia de la neurogénesis en las funciones del cerebro.
Un estudio reciente acaba de hallar una zona del cerebro donde se produce la regeneración de células cerebrales. Este hallazgo abre otra nueva vía para tratar a aquellas personas que padecen enfermedades neurodegenerativas o daños por accidentes cerebrovasculares.
Durante muchos años se sostenía que el cerebro humano no tenía la capacidad de regenerar las células cerebrales. Sin embargo, en las últimas décadas cada vez más estudios muestran que sí se producen procesos de neurogénesis adulta en el cerebro.
Una de las investigaciones más importantes de los últimos años es la de Jonas Frisén, especialista del Departamento de Biología Molecular y Celular del Instituto Karolinska en Suecia.
Jonas Frisén y su equipo encontraron que la neurogénesis se produce en el hipocampo del cerebro. Mediante un tipo de medición que implica el uso de Carbono-14 en el ADN genómico, y el empleo de un modelo dinámico de la rotación de la célula, se llegó a detectar que hasta un tercio de las neuronas evaluadas estaban sujetas a cambio. El estudio, publicado en la revista Cell en 2013, concluye que diariamente unas 700 neuronas nuevas se añaden en el hipocampo, cifra que disminuye durante el envejecimiento.
En un nuevo estudio publicado en febrero de 2014 también en la revista Cell, Frisén y su equipo encontraron procesos de neurogénesis adulta en otra zona del cerebro.
En la mayoría de mamíferos, se producen neuronas adultas en el hipocampo y en el bulbo olfativo; una de las áreas donde se generan neuroblastos (de los cuales se producen neuronas adultas) es la zona de la pared del ventrículo lteral del cerebro. Sin embargo, no se encontraron neuronas adultas en esta zona en seres humanos, por lo que se creía que estos no desarrollaban neurogénesis.
El equipo dirigido por Frisén corroboró, a través de exámenes con la técnica del Test de Bomba Nuclear derivada del Carbono 14, la presencia de este tipo de células adultas. Para ello, analizaron 30 cerebros de personas muertas que habían sido donados. Mediante pruebas que realizaban una medición de la proporción de Carbono 14 a Carbono 12 en el ADN, se logró hallar la antigüedad de esas células. La investigación reveló que muchas células cerebrales habían nacido durante la vida de las personas, lo que prueba que hubo proceso de neurogénesis.
En el estudio, los especialistas quisieron especificar que las neuronas no permanecen en la pared del ventrículo lateral, sino que se integran en el cuerpo estriado, que se encuentra adyacente a la pared del ventrículo.
Este es un patrón único de neurogénesis que ocurre únicamente en el cerebro humano adulto. Según indican los investigadores, la neurogénesis en esta zona estaría implicada en varias tareas cerebrales, especialmente relacionadas con el aprendizaje: "las nuevas neuronas pueden transmitir algún tipo de plasticidad [...] lo que podría ayudar a las personas a aprender a adaptarse a nuevas situaciones a cualquier edad, hallazgo importantísimo".
A PESAR DE LOS AVANCES DE LA NEUROCIENCIA, el cerebro sigue siendo un misterio. El desarrollo de nuevas tecnologías y los avances en técnicas no invasivas para estudiar los procesos cerebrales (junto con el financiamiento masivo de proyectos científicos en neurociencia) han hecho posible que nos acerquemos un poco más a desvelar ese misterio. Entre las reveladoras verdades que se han descifrado, la más contundente de todas es el hecho irrevocable de que el cerebro aprende mejor cuando se enciende la emoción. Los procesos cognitivos y los procesos emocionales están vinculados. Por lo tanto, no hay mejor estrategia que avivar la pasión por el conocimiento en los estudiantes. No existe técnica alguna que pueda suplantar lo que el doctor Néstor Román llama el "éxtasis del conocimiento". Por consiguiente, la educación que busca memorización de conocimientos sin contextualización emocional, es una educación destinada al fracaso. Si en vez de enfocarnos en que los estudiantes aprendan contenidos, nos enfocamos en que los busquen y amen el conocimiento, estaremos en el camino hacia la revolución más grande en la educación.