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Hay das en los que me siento condenada a buscar palabras sin poder encontrarlas. Ser que se me esconden, tal vez, acongojadas? O ser que no existe el trmino que pueda contener la esencia de la monstruosidad cuando cae a plomo sobre un pueblo que suea destinos de grandeza?
A 36 aos de una noche de hiel, sigo pensando: Qu dios acartonado se permiti abortar la primavera que asomaba, mientras garras afiladas giraban la cuerda del despertador de la vergenza? Cuando arrancaron los capullos que habran de ser las flores de la historia. Cuando Zeus se despabil para tragarse, de pronto, a esos jvenes que comenzaban a transitar los bordes espinosos del camino de la lucha.
Uno a una. Para siempre.
Para el dolor perpetuo de mi gente.
De alguna gente, en realidad.
De la que an tiene memoria y siente hervir la sangre cuando da vueltas las pginas donde qued estampado el odio encarnizado y los lpices sin punta.
Desgarrados. Pisoteados. Vejados. Torturados A-SE-SI-NA-DOS!
Aunque sabemos que an siguen escribiendo.
Qu mente pudo albergar la gnesis del odio al punto de talar los sueos colectivos, aquella noche de espanto, mientras comenzaban a reptar sierpes encapuchadas abriendo las puertas de un infierno voraz. Uno ms entre los tantos que vivimos.
O sufrimos.
No cabe el verbo vivir en tanto escarnio!
Que menosprecio a la vida!
Que escarmiento feroz por animarse a acariciar el nido de los anhelos!
Sigo buscando palabras y sigo sin encontrarlas. Vuelvo a sentir el eco que nace desde el centro de treinta y seis lgrimas acovachadas en el alma.
Como otras veces, tomo una, la acaricio, le hablo, la beso tiernamente mientras elevo mis ojos hacia un cielo de luto.
Ese cielo en el que brillan luceros abrazaditos, dentro de la constelacin donde otros treinta mil se desperezan!
Algo me dice, nuevamente, que ya no busque palabras, que es suficiente con decir esta noche de setiembre memorioso:
COMPAERAS Y COMPAEROS, PRESENTES!
Y mi lgrima responde:
AHORA Y SIEMPRE!
* El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de la Plata fueron secuestrados tras participar en una campaa por el boleto estudiantil. Tenan entre 14 y 17 aos. El operativo fue realizado por el Batalln 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Polica de la Provincia de Buenos Aires , dirigida en ese entonces por el general Ramn Camps, que calific al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lpices".
Solo tres fuero liberados, Pablo Daz, fue uno y declar en el juicio a las ex juntas: "Yo perteneca a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al Ministerio de Obras Pblicas".
Por: Nechi Dorado, redactora cultura ANNCOL
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