Noviembre es el mes Mundial de la incontinencia, razón por la que la Organización Mundial de la Salud busca alertar a las personas sobre esta problemática de salud que afecta a más de 200 millones de personas en el mundo.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, la incontinencia urinaria afecta a 2 de cada 5 mujeres mayores de 35 años y en los hombres varía dependiendo de la severidad. La prevalencia de la incontinencia fecal se da en personas mayores de 65 años y la cifra asciende al 10% de la población global.

La incontinencia fecal es la emisión accidental de heces sólidas en las personas, y es la menos conocida de las incontinencias, dado que la consulta por esta situación es muy baja por considerarla desagradable o vergonzosa.

El 50% de las personas que padecen incontinencia urinaria no consulta al urólogo por vergüenza, desconociendo que si se acuden al especialista hay muchas formas de controlar la patología.

Las cifras mundiales sobre la incontinencia evidencian la importancia de generar consciencia frente a la incontinencia urinaria y fecal, debido al estrés psicológico que genera a quienes la padecen, así como altos costos económicos, tanto para el paciente como para las entidades de salud.