El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Guatemala criticó este martes el violento desalojo ocurrido la semana precedente contra pobladores que se oponen a la construcción de una mina en el norte de la capital.

La comisión de la ONU expresó en un comunicado que aunque la policía no utilizó armas letales para el operativo, las más de veinte personas que resultaron heridas evidenciaron "fallas en el uso adecuado de protocolos sobre la utilización de la fuerza acordes con los derechos humanos".

El viernes, un contingente policial desalojó a unos manifestantes que protestaban pacíficamente en la comunidad La Puya, San José del Golfo (unos 30 km al norte de la capital), con el saldo de 15 policías heridos y una decena de vecinos lesionados.

Las fuerzas de seguridad efectuaron el desalojo por la fuerza y lanzaron gases lacrimógenos contra los vecinos que se oponen a la construcción de la mina de oro y plata en esa zona.

El proyecto pertenece a la firma estadounidense Kappes, Cassiday & Associates (KCA) y su subsidiaria local es la minera EXMINGUA.

La ONU hizo un llamado a un "dialogo serio" entre el gobierno y los pobladores que desde hace dos años impiden el ingreso de maquinaria a la mina para evitar el inicio de las operaciones.

Ambientalistas, campesinos e indígenas mantienen una férrea oposición a la explotación de minerales en Guatemala por considerarla una amenaza a los recursos naturales.