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El reino saudí, conocido por su escaso apego a la comunicación, cambió radicalmente en los últimos días para dar una imagen positiva de la intervención militar en Yemen.
Ruedas de prensa diarias, grabaciones de comunicaciones por radio, vídeos que muestran objetivos bombardeados: se hace todo lo posible por impresionar a los periodistas, aunque la información filtrada sólo refleja una parte de la realidad en el frente yemení.
Un hombre está cada noche en el centro de ese dispositivo de comunicación. Se trata del general Ahmed Assiri, el portavoz oficial de la coalición árabe que, siguiendo la estela de Riad, lleva a cabo la operación 'Tormenta decisiva' contra los rebeldes chiíes yemeníes, apoyados por Irán.
Ese interés por las relaciones públicas es inusual en el reino ultraconservador saudí donde la información está muy controlada, el cine y el alcohol están prohibidos, y las mujeres no tienen derecho a conducir y tienen que salir tapadas de los pies a la cabeza.
El cambio coincide con una política extranjera más visible y más resuelta desde que el rey Salmán accedió al trono a finales de enero, tras la muerte de su medio hermano Abdalá.
"Aprendieron claramente de los estadounidenses", opina un diplomático occidental.
Los saudíes "saben que, en ese tipo de situaciones, la comunicación es muy importante. Por eso se pusieron a ello, y de forma profesional", explica otra fuente diplomática.
Estados Unidos lanzó este tipo de ruedas de prensa durante la guerra de Vietnam en los años 1960. Pero la versión más moderna, con vídeos de los ataques aéreos, apareció con el general norteamericano Norman Schwarzkopf en la primera guerra del Golfo (1990-91).
- Un general políglota -
Assiri suele hablar en árabe ante la prensa, pero también es capaz de expresarse en inglés y en francés, un idioma que conoce muy bien. Estuvo cuatro años en Saint-Cyr, la prestigiosa escuela militar francesa.
Su equipo recibe los consejos de una empresa de relaciones públicas con sede en Dubái.
El general celebra sus ruedas de prensa cada día poco después de las 19H00, en la base aérea de Riad, en una sala de teatro con butacas rojas.
Vestido con un uniforme de combate y con el pelo muy corto, Ahmed Assiri presenta un balance general de los acontecimientos en el frente, antes de mostrar vídeos en blanco y negro de los últimos bombardeos.
El objetivo es mostrar "lo que hemos hecho en el campo de batalla", explica.
Luego llegan las preguntas. El portavoz, de unos 40 años, contesta a todas, incluso las más críticas. "Sólo intentamos garantizar la seguridad en Yemen", asegura.
"Gracias", concluye el general, antes de que finalice la rueda de prensa con una nueva tanda de imágenes militares, acompañadas de una música pegadiza.
Pese a su cambio de política, el reino saudí ha decidido restringir el acceso de la prensa al escenario de los combates, como lo hicieron otros países en conflictos recientes.