Los malos ejemplos son los que se copian y lo hacen como una especie de pandemia que amenaza con acabar la democracia en América Latina. Politólogos nacionales y de otros países sostienen que “La reelección se volvió una endemia en América Latina desde que la comenzó Hugo Chávez en Venezuela y en el caso colombiano esa endemia hizo metástasis hacia de reelección de alcaldes y gobernadores hasta por dos periodos más”, afirmó el pensador conservador, Augusto Ramírez Ocampo. El politólogo y ex ministro sostuvo que “las naciones se mantienen estables por sus normas y no por la permanencia indefinida de presidencias imperiales”. Como al pan hay que decirle pan y al vino, vino, nos identificamos con la teoría de que “la más grave amenaza contra la Constitución colombiana y la estabilidad de la democracia proviene de la reforma que permite la segunda reelección presidencial”. Uribe copió un vicio de la política de Hugo Chávez, nunca una virtud porque lo que deben ser permanentes son las instituciones no las personas que en todas las democracias son pasajeras así hayan alcanzado desarrollos muy importantes.

En las modificaciones a la Carta Constitucional se han introducido elementos nocivos y delincuenciales que contradicen el espíritu fundamental de la nacionalidad colombiana “Somos un país de derecho”. Para nadie es un secreto como por ejemplo, para la primera reelección de Uribe, el arma utilizada por sus promotores fue el delito de Cohecho. Pasaron por encima de la legalidad y la honestidad. Hay tres ex parlamentarios tras las rejas y acaban de ser denunciados, por lo menos treinta más, quienes recibieron como pago por su voto positivo una notaria que en la mayor parte de los casos fueron comercializadas en provecho personal. Otro caso aberrante y sucio esta en el hecho de que el delito de cohecho se comete entre quienes dan y quienes reciben. Solo han enjaulado a quienes recibieron, los que dieron siguen gobernando al país en un reto abierto y criminal al derecho. El beneficiario de esa reelección, Álvaro Uribe, ofreció total respaldo al tratamiento de impunidad que les dan a sus ministros hasta el momento. Por algo hay muchas gentes quienes aseguran que la democracia está en peligro la réplica a la política de Hugo Chávez en Colombia.

Mas de dos periodos en el poder es malo, en cambio de constrruir destruye y siembra la corrupciòn administrativa

En la segunda reelección que se tramita por los Uribistas, con el total apoyo de Álvaro Uribe para alcanzar la continuidad en el poder se ha apelado a todo el desprecio por lo legal. Los escándalos han sido de toda naturaleza, desde dineros mal habidos en su financiación hasta consumación del delito de prevaricato en forma masiva por parte de los Representantes a la Cámara. El uso del delito y la violación de las normas preestablecidas en la ley y la constitución, según algunos uribestias, no tiene por qué afectar el trámite y aplicación de la reelección. Aseguran que esa violación normativa es el evento más democrático que nadie se pueda imaginar. Cinismo al extremo. Los demócratas sostienen todo lo contrario: “la Corte Constitucional a de establecer si se han generado vicios en el trámite de la ley de convocatoria, las consecuencias de la violación a los topes de financiación, la presencia de dineros de origen ilegal en la misma, la alteración del contenido de la iniciativa popular en su trámite ante el Congreso y la improcedencia de un cambio constitucional en beneficio de una persona determinada y no en interés general”.

Ya se ha solicitado apertura de cargos para sus promotores de la reelección y la Corte Suprema de Justicia en sus investigaciones por responsabilidades penales de varios congresistas. La pandemia Chavista que afecta al uribismo en Colombia simple y sencillamente es “un golpe contra la institucionalidad democrática del país”. No se puede interpretar de otra forma como los venezolanos ven en la perpetuidad de su presidente lo mismo. El gobierno de Álvaro Uribe Vélez de conseguir un referendo reeleccionista es mismo afán de depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya, de Correa en Ecuador y de Morales en Bolivia. ¿Cuál diferencia? La única visible es que Uribe es de ext5rema derecha y los restantes presidentes afanados por la reelección de extrema izquierda. Que como se hizo con el AH1N1, hay necesidad de una gran campaña continental que debe comenzar por Colombia. Así lo ha entendido Obama, los obispos, los gremios, el sindicalismo, etc.

Alerta ante el peligro en que estàn las democracias de Centro y Suramèrica por el afàn reelecionista de sus actuales mandatarios