Para los que hemos estado en un estadio de futbol, es fácil saber la pasión que se desborda detrás de cada gol que se anota, detrás de cada jugada, detrás de cada alegría, y hasta detrás de cada derrota. Pero cuantas personas han sentido algo así reunidos en un lugar con casi 400 personas de tu mismo club y ver como cantan, como silban, detrás de una pantalla por el amor a una camiseta.

Eran las 8 de la noche en la choza marco Fidel Suarez del municipio de Bello, acerca de 400 personas o más estaban reunidas para ver un espectáculo de futbol que estaba a punto de comenzar. No era un partido de calle ni mucho menos, era Atlético Nacional que jugaba como visitante ante independiente Santa Fe en la ciudad de Bogotá. El ambiente, el olor, la alegría, los colores. Todo era idéntico al Atanasio Girardot un domingo jugando de locales. Los muchachos que no alcanzaron a viajar se reunieron alegres como siempre a cantarle a su equipo del alma, se sentía el ambiente de tribuna estando a kilómetros de distancia.

Las canciones de aliento y el grito de cada gol que invadió el lugar, se sintió y retumbo a lo largo del municipio

No es lo mismo ver un partido en un bar, donde sentado pasivamente eres un espectador de un partido por televisión a estar con tanta gente que lo único que teníamos en común, era el color de la camiseta y el escudo en el corazón. Pasaron los minutos y fue impresionante ver el primer gol de Nacional, todas las personas se pararon a cantarlo, se escucho un único grito de una multitud que no solía oírse en el municipio, todos se abrazaban con todos y sentían esa pasión como cuando en el estadio desborda el amor por el equipo. Todos buscaban el mejor asiento, y era muy cómico ver hasta donde llegaba la esperanza de las personas cuando Santa Fe cobrara un penalti al minuto 44. Todos silbaban como si el ruido se escuchara hasta Bogotá, y cuando Gaston Pezutti, un grande bajo los tres palos atajo el penalti, se celebro como si hubiese sido un gol, yo solo me cuestionaba, ¿Dónde estoy? ¿En un parque publico en un el Campin? Los canticos se sentían con el mismo fervor con el que escuchas la popular sur en un partido del verde en Antioquia.

Es increíble ver cada signo en común que teníamos todas las personas presentes, es increíble como la pasión que se transporta por una pantalla puede llegar a ser similar a como se vive en el lugar de los hechos, es increíble como el amor por un color hace que la alegría se transmita de una en una persona que va llegando a una convocatoria que solo una institución mueve en tan poco tiempo, Ver en la mirada de los televidentes que parecían espectadores reunidos en un mismo lugar la ilusión de un resultado necesario. Es increíble ver cuando el árbitro pita el final del partido a todas las personas con impotencia por un empate, demostrando el cariño a un equipo aplaudiéndole en una ciudad completamente diferente a donde estaban jugando. El futbol, es ese amor que todos tenemos en común, unos mas que otros pero que siempre hace que no importen las distancias para hacer una fiesta con el. En pocas palabras, lo que se llega a sentir por el equipo de futbol es el amor que quizás una persona no pueda dar, y que lo mejor de todo, es que siempre estará ahí para ti, esperándote en los malos momentos, y celebrando las victorias juntos.

El sitio turístico mas representativo de Bello se lleno con 400 espectadores aproximadamente para presenciar el encuentro futbolistico en pantalla gigante