El papa Francisco hizo un llamado a romper el aislamiento y a proscribir la estigmatización que siguen afectando a los niños autistas y a sus familias, al recibir a miles de ellos, anunció el domingo un comunicado del Vaticano.

El jefe de la iglesia católica dialogó el sábado por primera vez con personas autistas, sus familiares y científicos, en total unas 7.000 personas, luego de una conferencia organizada por el Vaticano sobre este enfermedad.

"Es conveniente crear una red de apoyo y de servicios, completa y accesible, que implique, además de los padres, a los abuelos, amigos, terapeutas, educadores. Esas personas pueden ayudar a las familias a superar la sensación de (...) inadaptación, falta de eficacia y frustración", agregó el papa argentino.

"Se trata de romper el aislamiento, y en numerosos casos, la estigmatización que pesan sobre las personas afectadas de problemas de autismo, así como a menudo sobre sus familias", añadió.

Francisco alentó también a los investigadores a proseguir sus trabajos terapéuticos para "prevenir la aparición de esos problemas".