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Fueron más de 30 mil las personas que pudieron disfrutar el concierto de Paul Mccartney en el estadio El Campín, y varios los millones de colombianos que tuvieron la opción de verlo a través de la pantalla chica representada en Canal Capital, que compró los derechos de transmisión.
Paul Mccartney - El Héroe de la Cultura Mundial Esa acertada o desacertada posición del canal público del Distrito, ha recibido toda clase de comentarios, que ha puesto a este emisor capitalino, en un lugar privilegiado del tapete de la discusión pública.
Nosotros si creemos, que como espectáculo al alcance del que no tenía la opción de presenciarlo frente a frente, fue una muy buena decisión por parte de la Administración Distrital quien es la tutora de Canal Capital, pero de ahí a defender el muy buen espectáculo de Paul Mccartney como referente social y cultural para los colombianos, es algo que merece una muy profunda discusión que no haremos aquí porque terminaríamos con un artículo con demasiado ladrillo.
Lo que sí tendríamos la necesidad es de hacer un llamado a la televisión pública a no caer en lo que tanto criticamos de la televisión privada, en pocas palabras, a no tratar de meterle de igual forma los dedos a la boca del televidente.
En este instante lo que menos tiene Canal Capital, es un argumento serio para decir que está trabajando por una televisión incluyente, cuando lo primero que hizo la nueva administración, fue excluir una parte de la cultura colombiana, folclor netamente costeño y colombiano de la misma región donde nació el hoy alcalde Gustavo Petro, entre otras cosas, fue el único programa que salió del aire este año y me refiero al programa "Leyendas Vallenatas". Entonces ese discurso chimbo de incluyente, a licuarlo mejor a ver si podemos digerirlo. Que Hollman Morris no nos crea tan pendejos. El hecho de no haber residido en el exterior y preferimos quedarnos enfrentando los miedos guerreando la vida en nuestra Colombia como debe ser, no nos hace más estúpido que él.
El concierto de Paul Mccartney, fue excelente, haberlo democratizado como bien lo afirmó el Alcalde Mayor, nos parece una decisión acertada, porque fue una opción no de ver a Paul Mccartney que es un artista que muchos de los que entraron al estadio supieron quién era gracias a la película mostrada previa a la realización del estadio (Manejo de medios), sino que permitió que por primera vez, los pobres de Bogotá presenciaran en vivo, un espectáculo hecho netamente para los ricos, para la élite, y que gracias a la acertada decisión de Petro, el populacho también lo pudo ver. En verdad, muchas gracias Alcalde.
Ojalá aquí encuentre un boleto de Paul Mccartney Tampoco estamos de acuerdo que se compare el concierto de Paul Mccartney con el de Manu Chao, y no nos referimos al gusto por los artistas, ya que el contenido de las canciones de cada uno de ellos, son mensajes diferentes, además que Manu Chao vino a una causa social, traído por el Distrito para enriquecer cultural y socialmente a nuestras comunidades, mientras que Paul Mccartney, fue traído por la empresa privada para enriquecer monetariamente a los empresarios que lo trajeron. El primero estaba al alcance de todos los estratos sociales, mientras que el segundo, fijaron precios para el alcance de la élite bogotana.
Por eso estamos totalmente de acuerdo con que la Administración Distrital lo haya puesto al alcance de la población bogotana. Pero ojo, al alcance de la Bogotá que se conforma con el pan y circo, como en la época de Tiberio Cesar, denles más pan y circo al pueblo, que así pagan gustosos sus caros impuestos.
Y es muy cierto, porque mientras una Bogotá con todo el derecho se divertía en sus casas a través de la televisión pública, en el estadio y a través de las pantallas Publik, había otra Bogotá angustiada que le importaba un bledo si era o no, Benedicto XVI cantando rock, y me refiero a esa Bogotá que está intranquila por tantos problemas sociales, porque duerme en la calle y preocupada que el invierno vuelva a inundar sus hogares, y tanto el Gobierno Distrital y Nacional anuncia diariamente, que no hay recursos para solucionar sus problemas, pero eso no le quita el derecho a los demás a divertirse, en eso estaremos de acuerdo con cualquier réplica.
Lo que sí reclamamos, es que con la misma agilidad que se saca miles de millones de pesos para espectáculos públicos como el de Paul Mccartney, también lo hagan para sacar recursos y solucionar problemas de salud, educación y vivienda, que se saquen los recursos para solucionar los problemas a las víctimas de la ola invernal, con la misma agilidad que se sacan para la realización de grandes conciertos como el de Paul Mccartney. No estamos reclamando que no se hagan porque nos pareció espectacular, estamos reclamando es igualdad de condiciones. ¿O acaso no es con la palabra igualdad con que se hacen elegir nuestros gobernantes?
Pero como el caso es de la televisión pública, también es bueno que nos parezcamos menos a la televisión privada. Si cualquiera entra a ver noticias en Caracol y RCN, se encuentra con el cuentecito de las trabajadoras sexuales en Cartagena y el burro "Demo", únicamente para ocultar la realidad con que nos metieron el TLC y el fracaso de la Cumbre de las Américas donde no pasó absolutamente nada.
Entra uno a un canal público y alternativo como Canal Capital, y lo primero que encuentra en el noticiero es un despliegue noticioso del concierto de Paul Mccartney como si en la ciudad no pasara más nada y como si todo Bogotá girara en torno a la música de ese artista.
Y ahora quién podrá ayudarnos Ese fue el único tema de noticia ayer en Canal Capital que parece una falta de respeto con su teleaudiencia, y para completar su director Oscar Bustos, cierra el noticiero con un debate para tratar el tema de Paul Mccartney, entonces uno se pregunta. ¿Eso es televisión alternativa?
En una televisión incluyente, hay que tener en cuenta que Bogotá es la capital de los colombianos y que en ella viven, paisas, costeños, boyacenses, tolimenses, pastusos, santandereanos, gente que habla español y que entiende más, los mensajes y contenidos que traen en nuestro idioma las canciones y cultura de sus regiones.
La televisión pública no debe estar preocupada por el rating, eso debe ser preocupación de la televisión privada, que es la que se sostiene con la pauta de la empresa privada, ya que a menos rating, menos pautas, pero la televisión pública debe ser enfocada a la defensa de la verdad, la historia, la cultura, la sociedad, las costumbres, pero sobre todo, la divulgación del desarrollo socio cultural de las regiones que rigen nuestra sociedad, por eso a diferencia de la televisión privada, recibe recursos del estado, de nosotros como contribuyentes.
Oscar Bustos decía anoche que es importante subir el rating de Canal Capital como lo hace Caracol y RCN. Creemos que Canal Capital está en todo el derecho de hacerlo, lo malo es que sí va a subir el rating asimilando esos canales, dejará de ser canal alternativo.
Subir rating eso es fácil. Pongan novelitas rosas, reality, porno, Etc., Pero ¿Eso es lo que la gente quiere de la televisión pública? ¿Rating o contenido?
Nosotros si valoramos y creemos en el esfuerzo de Gustavo Petro para lograr una televisión más humana, por eso estamos convencidos del esfuerzo que hará Canal Capital para engrandecer de la misma forma como lo hizo con el concierto de Paul Mccartney, un concierto donde se presente un artista colombiano, que cante en español para poder entender su mensaje, artistas como Jorge Velosa, Toto La Momposina, Petrona Martínez, Jorge Celedón y otros artistas representantes de la cultura colombiana.
¿Será que la tambora en inglés sonará bien? - Esto no es cuestión de gustos, esto es cuestión de obligación del estado de llevar a todos los rincones del país, parte de la cultura nuestra, de la cultura colombiana, por eso nos guste o no, el vallenato, la cumbia, el porro, la guabina, el bambuco, la carranga y otras expresiones, son cultura netamente colombiana, para que un alto panelista como los que reunió Oscar Bustos anoche en el debate de Canal Capital, pueda decirlo con más orgullo que cuando dijo "Paul Mccartney es un héroe de la cultura mundial", también pueda decirlo de un artista colombiano.
Sabemos que este tipo de notas merecerá toda clase de descalificativos, de la misma forma que en la época de Tiberio Cesar, recibía desprecio todo aquel que pedía frenar el pan y circo donde los leones comían cristianos para divertir a la gran mayoría, afortunadamente ya no existe la crucifixión como le tocó a Cristo cuando se opuso que usaran el templo como mercado que divertía a la gran mayoría. Y si a Cristo que es el hombre más importante de la humanidad tampoco tuvo la razón, no creerán que este pobre bloguero la tenga hoy. ¡Ah mundo jediondo!