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Si vas a comprar césped artificial, debes contemplar diferentes aspectos como el lugar de instalación, el tipo de uso o el cuidado necesario. Obviamente tiene un mantenimiento menor al césped natural, pero igual necesita cierto cuidado para alargar su vida útil. ¡Descubre los mejores consejos!
Es importante, antes de colocar el césped artificial, estudiar bien su ubicación y evitar, si es posible tacar cualquier salida de agua o fosa séptica. Si no es posible evitarla al menos ponerlo de forma que pueda ser accesible para su vaciado, limpieza y mantenimiento periódico.
Si el césped artificial se va a colocar en una superficie como un jardín, o en la terraza de casa hay malas hierbas, deberás cortarlas antes de proceder a su instalación.
La limpieza y desinfección de todo tipo de superficies es una prioridad en estos días que pasamos en casa.
Es cierto que el cesped artificial no necesita especial atención para su mantenimiento, ni son necesarios grandes conocimientos para que perdure en el tiempo ya que precisamente está diseñado para que aguante y no sufra ante cambios climatológicos. Cada vez es una opción más común, ver como se instala césped artificial en los hogares, terrazas, piscina o jardines, así como en patios traseros o áticos y balcones. En cualquier luegar que imagines
Con abundante agua puede limpiar los desperdicios de animales o cualquier tipo de sustancia
Aunque el césped no requiere de excesivos cuidados y no hace falta ser un experto en jardinería o botánica para que sobreviva, muchas personas prefieren decantarse por alternativas artificiales. Especialmente en las grandes ciudades, en terrazas y jardines, pero también en patios traseros y otros espacios al aire libre. Se trata de una práctica opción que nos permite tener el jardín siempre perfecto y libre de insectos. No obstante, el césped artificial también puede convertirse en un foco de infección, de hongos y de bacterias, si no lo cuidamos bien. La humedad, el polvo, los posibles residuos que puedan acabar incrustándose entre las hojas… estos son solo algunos de los inconvenientes que pueden traer consigo la instalación de este tipo de soluciones artificiales
La lejía en estos casos puede convertirse en tu gran aliada. Diluye una parte en diez de agua y friega el césped con la solución. Para realizarlo es mejor que la pases con un cepillo en lugar de la fregona, ya que la dureza y firmeza de las cerdas te permitirán arrastrar y levantar mejor la suciedad. Previamente, procura pasar la escoba o el rastrillo con ahínco, pero con cuidado de no dañar las fibras sintéticas del césped, para peinar y retirar los posibles residuos que pudiesen estar en la superficie. Además, para evitar humedades innecesarias, realiza el proceso en días soleados, que permitan al tejido secarse de manera más rápida con la ayuda del sol.
No obstante, para una limpieza profunda, es recomendable desinfectar con lejía de vez en cuando. Si lo prefieres, en el mercado también disponen de productos desinfectantes específicos para la limpieza de este tipo de suelos, muchos de los cuales llevan incorporados fragancias que recuerdan a la del césped recién cortado.
Debes cepillar periódicamente para quitar el polvo y la basura