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El actual régimen de pensiones en Colombia es un pésimo negocio, sin subsidios, y por eso se deberían explorar otras alternativas de ahorro para la jubilación de las personas, afirmó el director observatorio laboral Universidad Externado, Stefano Farné, durante el desayuno de trabajo organizado por la Asociación de Periodistas Económicos (APE) y que contó con la participación de más de 50 comunicadores de diferentes medios y entidades.
De acuerdo con lo expuesto por el experto las contribuciones a pensiones, y a la seguridad social en general) tienen un componente de impuesto muy alto porque no todo lo que se le descuenta al trabajador va a su cuenta, sino que una parte se constituye en un tributo que todos pagan y que llega a ser un porcentaje significativo.
Por ejemplo, dijo, la proporción del aporte que no va a la cuenta individual, que es impuesto en el caso de quienes devengan menos de 4 salarios mínimos es del 28%; entre 4 y 10 salarios mínimos, 32%; más de 20 salarios mínimos, 36%.
A esto se suma el que los rendimientos reales que reconocen los fondos de pensiones muestran una tendencia decreciente. En 2011 fueron negativos, al igual que en 2008, es decir, que al final cuando una persona se va a pensionar puede recibir menos de lo previsto.
Con base en ello planteó que se debería mirar la posibilidad de que la gente invirtiera, por ejemplo, en proyectos inmobiliarios que además de generar mayor rentabilidad, le brinda bienestar a la familia. Esto habría que hacerse bajo ciertas normas para que se convirtieran realmente en un ahorro, pero sería algo mejor para los trabajadores.
Sin embargo, dijo, en materia pensional se mueven muchos intereses hay que negociar con muchas personas que son poderosas y por eso no se puede cambiar de la noche a la mañana.
Presentó, igualmente, cómo en Colombia se tiene uno de los aportes más altos, en comparación con países de características similares, ya que se está entre 16 y 18 por ciento, cuando Venezuela es de 6, 8, en Chile 13% y en México, 10, 2% por citar solo algunos casos.
Así mismo, planteó que en Colombia se dan subsidios a la informalidad y por eso es tan difícil que la gente se formalice, ya que al hacerlo se pierden algunos beneficios de los que gozan por su condición.
Frente a eso señaló que debería exigirse algo a cambio de ese beneficio que reciben, aunque reconoció que la solución real para un mayor cubrimiento es de largo plazo y de crecimiento de la economía y de la riqueza del país, porque lo demás son paños de agua tibia.
Sostuvo que con o sin Ley de Formalización el mayor ritmo de actividad económica implica la creación de un mayor número de empresas y empleos. De igual manera aseguró que el buen momento del mercado de trabajo nacional no tiene mucho que ver con las principales iniciativas laborales del Gobierno, sino con el crecimiento de la economía y el aumento en la confianza de los inversionistas y consumidores.
Respecto a los Beneficios Económicos Periódicos previstos por el Gobierno para quienes no alcanzan a devengar un salario mínimo y que son gran parte de los que están en la informalidad planteó que cuál es la fuente de financiación de estos subsidios y si eso no se va a convertir en un nuevo estímulo a los informales.