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Este viernes se encontraron nuevas pintadas anticristianas y racistas en Jerusalén, donde la Policía aumentó la vigilancia de los lugares religiosos delicados cuando, cerca de la visita del papa Francisco a Tierra Santa, a finales de mayo.
"El precio a pagar, el Rey David para los judíos, Jesús es una basura", afirma una inscripción en el muro de la iglesia rumana San Jorge, cerca de un barrio judío ortodoxo de Jerusalén, constató un fotógrafo de AFP.
La inscripción "muerte a los árabes" fue pintada en una casa de la Ciudad Vieja de Jerusalén, y se encontraron esvásticas (cruces gamadas nazis) dibujadas en las paredes de un apartamento en Jerusalén Oeste, el sector israelí de la Ciudad Santa.
Los colonos extremistas y los militantes de extrema derecha intensificaron en los últimos meses sus agresiones a los palestinos, los árabes israelíes e incluso al ejército del Estado hebreo. Bajo la consigna de "el precio a pagar", reaccionan a decisiones gubernamentales que consideran hostiles a sus intereses o a actos atribuidos a los palestinos. Los lugares de culto cristianos y musulmanes también son objeto de actos de vandalismo casi cotidianos.
"Los obispos están muy preocupados por la falta de seguridad y la ausencia de reacciones en la vida política, y temen una escalada de la violencia", señaló con preocupación el miércoles el Patriarcado latino (católico romano) de Jerusalén.
El ministro de Seguridad Interior y su colega de Justicia, Tzipi Livni, participaron el miércoles en una reunión de emergencia con el procurador general y los jefes de los servicios de seguridad para discutir eventuales medidas represivas.
Según los medios de comunicación, la Policía y el Shin Beth (el servicio de seguridad interior), temen que judíos religiosos ultranacionalistas aprovechen el viaje del papa a Tierra Santa, del 24 al 26 de mayo, para atraer la atención de los medios.