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La policía australiana anunció este miércoles la detención de dos hombres en Sídney, uno de ellos por tener en su poder documentos relacionados con un proyecto de atentado contra objetivos gubernamentales.
Este hombre, de 20 años, está acusado de tener "documentos destinados a facilitar un atentado terrorista", mientras que al otro hombre, de 21 años, se le acusa de infringir un mandato judicial.
"Los documentos evocan, sin lugar a dudas, potenciales objetivos gubernamentales", declaró Michael Phelan, comisario adjunto de la policía federal australiana, encargado de la seguridad nacional.
Los objetivos se sitúan en Sídney, añadió Phelan sin ofrecer más detalles. "Estoy seguro de que hemos interrumpido lo que planeaban hacer. Y eso es todo lo que puedo deciros por el momento".
Las detenciones se produjeron la semana pasada durante unas redadas, que permitieron la incautación de documentos, de un fusil y de dos armas de fuego.
El anuncio de estas detenciones se produce un día después de que el primer ministro australiano, Tony Abbott, advirtiera a sus conciudadanos de la intensificación de la amenaza "terrorista" tras las toma de rehenes de Sídney el 15 de diciembre.
Man Haron Monis, un hombre de origen iraní y con pasado violento, había secuestrado ese día a 17 empleados y clientes del café Lindt de Sídney. Dos rehenes y el captor perdieron la vida durante el asalto de las fuerzas del orden en la madrugada del 16 de diciembre.
"El nivel de amenaza terrorista sigue siendo elevado, y como pueden comprender, a este nivel un atentado es probable", añadió Abbott.
Los servicios secretos vigilan especialmente desde "hace mucho tiempo" a un grupo de 15 a 20 personas que viven en la región de Sídney, once de las cuales han sido acusadas de "graves delitos de terrorismo" tras las redadas del mes de septiembre, indicó Michael Phelan, quien precisó que su ideología está "vinculada" a la del grupo Estado Islámico.
Australia, que participa junto a Estados Unidos en la lucha contra esta organización yihadista, había elevado en septiembre su nivel de alerta frente a la amenaza terrorista que representan los yihadistas a su regreso de Irak y Siria.
Y, desde entonces, varias personas han sido arrestadas en el país por presuntamente preparar atentados en suelo australiano o por aportar ayuda logística o financiera a los yihadistas.
Las autoridades australianas, sin embargo, no han calificado de acto terrorista la toma de rehenes de Sídney.