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Por Daniel Colombo
¿Te ha pasado que tu jefe, un cliente, o alguien te pide algo con extrema urgencia; y, cuando le respondes, tardan muchos días, ¿meses o directamente no te contestan?
Es lo que llamo "sentido de urgencia irreflexiva" al pedir, y "velocidad tortuga" para responder.
Se trata de una de las peores prácticas empresariales, profesionales y humanas que circula constantemente en el mundo del trabajo. Es uno de los más visibles rasgos de baja o nula productividad en las empresas y organizaciones.
Partiendo de la base que se trata de una falta de respeto el no responder ni siquiera brevemente, ese falso sentido de urgencia nace muchas veces de:
Los que trabajamos por nuestra cuenta lo padecemos diariamente; por ejemplo, cuando nos contactan solicitando determinado producto o servicio, y, por más que satisfagas de la mejor forma todos y cada uno de los requerimientos de la empresa que te convoca, aparece un prolongado "cri... cri..." de distancia y silencio. Y, en muchos casos, ni siquiera responden.
Años después, quizás te haya sucedido que ese tipo de personas, con las vueltas de la vida, te contactan cuando buscan trabajo, una recomendación o necesitando ayuda con algo en particular. ¿Te pasó?
Hay una frase que me gusta mucho y dice:
Ten cuidado con quienes pisas cuando asciendes en tu carrera. Es posible que te los encuentres al bajar.
Ante estas situaciones repetidas y que forman parte de una forma de "hacer NO hacer" que las cosas funcionen, la base está muchas veces en comportamientos culturales aprendidos donde "alguien" se cree superior al otro, y por eso quieren hacer que sientas su aparente supremacía. Lo extraño es que lo profesional y humanamente apropiado es ser recíprocos en la respuesta y en la claridad de la comunicación, ya que es un ida y vuelta. En este punto hay un filo muy fino entre el "no tengo tiempo" y "no me importas"
Hay muchos casos donde son un ejemplo de lo que sí es conveniente hacer. Como un recordatorio, ciertas reglas humanas indican que:
¿Cómo estás funcionando en estos aspectos?
Aquí, algunas opciones:
Entonces, no se trata siempre de acomodarse a la velocidad tortuga del otro; sino, más bien, de alcanzar la "altitud crucero" en cada situación, independientemente de lo que genere la otra parte. De esta forma, te impulsarás a redirigir tu enfoque y energía a cosas más productivas. Y, si en algún momento te responden, decidirás entonces qué hacer.
El problema de falta de respuesta a los requerimientos afecta la productividad empresarial. Lo compruebo permanentemente en los países donde trabajo: líderes, ejecutivos y equipos no toman consciencia del daño que hacen a las demás personas, internas y externas; y a su vez, el daño en imagen que esto produce.
Fuente: https://www.danielcolombo.com/productividad-en-baja-urgencia-a-pedir-velocidad-tortuga-al-responder-5-soluciones-por-daniel-colombo/