En las organizaciones no lucrativas, la Junta de Socios a menudo proporciona un medio para que los miembros o socios de la organización puedan elegir o designar a las personas que se encargarán de supervisar el funcionamiento de la organización, asegurando que los valores y propósitos de la organización se reflejen en cada una de sus actividades. Todos estos parámetros se deben establecer en la acta de junta de socios. En general, los miembros de la Junta de socios establece los términos del desarrollo economía de la organización.

La base para la definición de las competencias otorgadas a la Junta de socios se encuentra generalmente dentro de los estatutos de una organización, aunque para cambiar este tipo de normas se deben hacer cambios inicialmente al acta en junta de socios. Cada uno de los socios como individuos pueden ser asignados a áreas específicas de responsabilidad, en última instancia, con el consejo de ser colectivamente responsables ante el electorado de la organización por lo bien que esas funciones se lleven a cabo siguiendo lo estipulado en la acta de junta de socios. En otros casos, los estatutos pueden permitir a las juntas una gran autoridad para determinar el papel de cada fiduciario, o si todos los miembros de la junta en forma conjunta se encargarán de supervisar las tareas colectivas.

Aunque la composición exacta y la división de responsabilidades puede variar dependiendo de cada organización, una Junta de socios en general se encarga de gestionar los activos de la organización, dentro de los perímetros definidos en los estatutos. Esto puede incluir la supervisión del mantenimiento de los bienes de propiedad de la organización, la gestión de los fondos de operación y asegurar que los proyectos caritativos o filantrópicos estén operando de acuerdo con las normas de la organización.

Fuente: Una junta de socios