Porque mi pueblo es necio, no me conoce; hijos torpes son, no son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, pero hacer el bien no saben.

JEREMIAS 4, 22

El alpiste para los amantes de la liturgia de las cosas, corre hoy por cuenta de la reciente solicitud de la demanda presentada por Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud y la Federación Nacional de Farmacéuticos de Brasil ante el Supremo Tribunal Federal, para lograr la suspensión el uso de cloroquina e hidroxicloroquina en el tratamiento de la Covid-19, alegando su ineficacia.

La demanda se presenta luego que el Ministerio de Salud brasileño anunció el pasado lunes que mantendrá su recomendación de utilizar hidroxicloroquina en pacientes con el nuevo coronavirus; pese a que el pasado 25 de mayo de 2020, la OMS teniendo como base un estudio científico de observación que asegura que los pacientes hospitalizados con COVID-19 que han sido tratados con el medicamento tienen un mayor riesgo de mortalidad, decidió suspender temporalmente los ensayos clínicos con cloroquina e hidroxicloroquina.

Y resulta curioso, porque la demanda no solo se presenta en el país sudamericano actualmente más golpeado por la pandemia de covid19, sino que también parece encaminada a darle un uso político a la situación para apalancar los 31 proceso de destitución contra Bolsonaro; y precisamente, cuando más de 100 médicos y estadísticos de varios países acaban de alertar de serias irregularidades en el mayor estudio sobre la efectividad de la cloroquina y la hidroxicloroquina contra la covid-19 realizado por la OMS, pues supuestamente el mencionado estudio uso dosis más altas de la recomendadas y no da información detallada de los hospitales de cada país de los que provienen los datos; por lo que recomiendan que de forma independiente se sigan en marcha los ensayos clínicos con los mencionados fármacos.

Así que al parecer, nos encontramos en presencia de una nueva guerra política luchada en los campos "científico" y "mediático", en un momento de la historia mundial, en que ese tipo tensiones políticas y la falta de ética pueden matar mucha más gente que la misma pandemia.

Mientras se escribe un nuevo y tétrico capítulo de la geopolítica. Champetesburgo aprende dolorosamente, las consecuencias de la corrupción el clientelismo político; mientras que victimas del abuso de autoridad, se les dice que todo es culpa de su indisciplina e irresponsabilidad... Al parecer el covid19 es la herramienta divina para enseñarnos que "El problema se soluciona con ciudadanos conscientes del poder y valor de su voto".

Lo único cierto aquí y allá: Es que en todo este cuento, todos somos ratones de laboratorio. Y tal parece que para Cartagena, estos serán unos muy tristes 487 años; pues nuevamente estamos sitiados, y nada que encontramos quien organice nuestras limitadas tropas ( Como el Almirante Blas de Lezo y Olavarrieta)

Leer RATONES DE LABORATORIO: CLOROQUINA, GEOPOLÍTICA, COVID19 Y CHAMPETESBURGO en LA ESQUINA DE ELIPHAS HARKONNEN