Llega el verano, estás en una terraza disfrutando de un refrescante acompañamiento con tus amigos después de un largo día en la playa, todos estáis disfrutando, pero entonces oyes el murmullo de una amenaza, el aleteo de un castigo y PAM, te picó, solo a ti, siempre a ti. El maldito mosquito que te persigue allá donde vas y te la tiene jurada, porque nunca pica a nadie más que a ti.

La realidad es que no tienes un mosquito fetiche que te persiga a lo largo de la ciudad picándote a ti, solo a ti, es que eres atrayente para los mosquitos, más que tus compañeros, pero... ¿Por qué tú?

El mismo estudio del grupo sanguíneo reveló que solo ciertas personas segregan unos químicos capaces de identificar el grupo sanguíneo por el olor, que es lo que atrae a los mosquitos.

Cuanto más dióxido de carbono produzcas al respirar, más visible serás para los mosquitos.

El ejercicio físico te hace más atractivo para un mosquito y es que la actividad física aumenta el ácido láctico que tu piel segrega. Para los mosquitos es como oler a pan recién hecho, simplemente irresistible.

Las embarazadas y personas con un índice de masa corporal elevado tienden a tener una temperatura corporal mayor, por lo que resultan más apetecibles para las picaduras de los insectos.

Hay una hermosa capa de microbios sobre nuestra piel, de hecho, hay más microbios que células de piel, por lo que eres, básicamente, un saco andante de microbios cuya composición puede atraer, o no, a los mosquitos.

Con tan solo una botella de cerveza te vuelve mucho más atractivo a los mosquitos y a los insectos en general. ¿Dejarás de beber cerveza o aprenderás a convivir con las picaduras de mosquitos?

Aquellos con el grupo sanguíneo 0 son más atractivos para los mosquitos que los que tiene el tipo A, pero el grupo sanguíneo no es lo más importante.