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La Corte Penal Internacional no es la soluciòn a los problemas de violencia de Colombia, pero, si se trata de nuevas posibilidades para que los grandes de la politica, la economia, el gobierno y las bandas criminales se frenen un poco en sus abusos que ya han llegado a extremos de salvajismo
Bucaramanga, 4 Noviembre 2009.
En un país como el nuestro, en donde quienes se consideran nuestros lideres del gobierno, la política o la empresa privada no tienen ningún reato de conciencia, ni freno moral para cometer los crímenes más horrendos y así alcanzar sus metas personales de poder y riqueza, organismo internacional como la CPIJ serán bienvenidos. En una patria como la nuestra, en donde los poderosos perpetran los delitos y luego posan de virtuosos, arremetiendo contra fiscales, jueves y magistrados por cumplir la obligación de investigarlos, la CPIJ serán un bálsamo para las dolencias de la sociedad colombiana. No es que esa Corte Internacional de Justicia vaya a reemplazar la justicia Colombiana, no, pero, si servirá para recordarle a los "dueños del poder", corrompidos hasta los tuétanos, que si aquí no hay justicia o no la dejan actuar, los colombianos victimas la podría encontrarse en otras partes, en donde el tráfico de influencia tenga poca importancia y que ni los presidentes, ministros, políticos de alto vuelo o ejecutivos de grandes empresas se puedan escapar. Uno de esos ejemplos es el propio presidente de Colombia quien ahora pretende y ha buscado afanosamente reemplazar con sus ministros la Corte Suprema de Justicia.
Integrantes de la CPI advirtieron sobre la necesidad que hay en Colombia de castigar a los responsables de delitos atroces y su capacidad y competencia de juzgar a los "máximos responsables, en caso de que no lo haga de manera efectiva la justicia colombiana". A esta Corte Penal no se le escapará nadie. Los "parapolíticos", son sus objetivos cercanos, porque, gracias a su apoyo y estimulo, los paramilitares, se desbordaron y cometieron tantos crímenes de guerra o lesa humanidad, que hoy, permanecen en la impunidad. "Si las Cortes nacionales no juzgan a los máximos responsables por los crímenes más graves, lo terminará haciendo la Corte Penal Internacional". El gobierno cree que en Colombia no hay causal para que abran una investigación por crímenes de guerra. Eso dice el gobierno, en algunos casos señalados como responsable. "No lo han dicho los competentes en la materia". A pesar de las arremetidas del presidente y sus ministros al poder judicial, no han cesado desde que existe la parapolítica. "En Colombia no hay un sistema judicial total o parcialmente colapsado... Las Cortes Colombianas han sostenido con serenidad y sapiencia al poder judicial con capacidad y dignidad", dicen los expertos, quienes agregaron que "La Corte Penal Internacional no opera con criterios políticos, solo y exclusivamente técnico."
El presidente Uribe insiste en desconocer las determinaciones de la justicia colombiana y quiere ser presidente, congreso y juez en una sola persona
La Corte Penal Internacional tiene plena jurisdicción sobre Colombia desde el 2002 desde cuando conoce de crímenes de Genocidio y Lesa Humanidad hoy, desde el primero de noviembre, con un espectro ampliado plenamente a los crímenes de guerra cometidos dentro del territorio o por un nacional. La plenitud de la CPJ es positiva porque "habrá un tribunal internacional dispuesto a impedir que esos crímenes queden impunes". La Corte es un Tribunal de último recurso que actúa cuando un sistema de justicia no puede proceder con todo rigor e independencia y que el gobierno u otro poder lo interfiera. En Colombia, el presidente ha hecho muchos desesperados intentos por someter la justicia, a los altos tribunales a la política partidista de su gobierno, pero no ha podido. Detrás de esos intentos ha estado el propósito de proteger algunos parapolíticos, entre ellos su primo, el ex senador Mario Uribe. "Los crímenes atroces son condenables vengan de donde provengan, nadie está exento, ni de la Corte Penal Internacional, ni de las Cortes Nacionales.
Lo que ha dado base a opiniones de que la CPI intervenga en Colombia son las arremetidas del presidente, Álvaro Uribe Vélez, contra el Poder Judicial Colombiano, sus arrebatos no han hallado justificación legal de ninguna naturaleza. Otra causal, la extradición de los grandes delincuentes por narcotráfico, bloqueando la justicia nacional, que busca investigar crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Ha tenido problemas por falta de testigos o responsables directos como en el caso de los jefes paramilitares. Las Corte Colombianas "tienen la obligación seguir fortaleciéndose y produciendo resultados, no se pueden dejar mangonear ni por presidentes ni ministros y menos postrarse ante la politiquería. El último caso, el protagonizado por gobierno, fiscalía y Corte. La corte es la que tiene el poder constitucional de fallar, no los ministros, pero Uribe se la quiere dar a su ministro del interior. De todas formas la CPI es un buen recurso anti impunidad para el presente y futuro.
La CPI no es un lujo para Colombia, es una necesidad tenerla vigilando a quienes se consideran "grandes "y quienes han crecido en base al crimen