Por: ANGEL ALIRIO MORENO MATEUS

Cuando escucho mencionar a Héctor Mantilla Rueda, de manera inmediata lo relaciono con la Universidad Pontificia Bolivariana - Bucaramanga. Una tarde de finales de Octubre, sobre el mueble del computador de mi casa, vi el recibo de pago de la inscripción de mi hijo Miguel Ángel -quien había terminado bachillerato- para participar en la convocatoria al concurso de dos becas “Juan Pablo Segundo” que la UPB ofrecía para cada disciplina académica.  Indagué a Miguel Ángel  sobre el tema y me dijo que ya no se presentaría en razón a que el puntaje del ICFES le aplicaba para un descuento del 50% de los costos en otra universidad.  Sin embargo, dado que la beca ofrecida por la UPB otorgaría un descuento del 80%, y que ya había pagado los derechos de participar, conocedor de sus capacidades, le insistí que participara, que con seguridad ganaría.

A los pocos días Miguel Ángel me contó que las dos becas para estudiar derecho, una era para él y otra para Héctor Mantilla, otro joven talentoso a quienes la universidad les exigió como compromiso para sostenerlos becados un promedio superior a 4.5 sobre 5. –Lo mantuvieron en 4.6-. Siento orgullo y admiración por Miguel Ángel y la admiración la comparto por Héctor Mantilla. No sólo mantuvieron durante la carrera el promedio exigido, sino que con el auspicio de la universidad impulsaron el semillero de investigación en política, opinión pública y derecho  público, y fueron delegados al encuentro de juventudes latinoamericanas este año en la sede de la OEA en Washington. A Miguel Ángel le encanta la academia, fue seleccionado como uno de los mejores pasantes entre estudiantes de Europa y Latinoamérica, para una prestigiosa firma de abogados. A Héctor le gusta la política y como joven se decidió temprano por ella. El reto de ser alcalde de Floridablanca es enorme y de forma ciudadana hay que ayudarle. Ese talento que no requiere ser tallado porque ya tiene talla para triunfar, necesita la confianza de los ciudadanos del Municipio de Floridablanca para ganar las elecciones y la misma confianza ciudadana y de la clase política de su entorno, para gobernar con la tranquilidad que requiere el renacer de esa entidad territorial.

Para asegurar la victoria, necesita no distraerse en otros procesos electorales que dispersen su esfuerzo en la controversia departamental

La lucha frontal contra la corrupción, la inclusión social, la reducción de la pobreza extrema y la vinculación de sectores marginados de la cobertura en salud y educación serán las herramientas para erradicar el micro-tráfico y la inseguridad. La revisión del contrato de las foto-multas para que el municipio haga uso de las clausulas exorbitantes y el impulso a programas que construyan cultura ciudadana serán los grandes retos de Héctor Mantilla Rueda, quien podrá ser el alcalde más joven de Colombia con el reto grande además, de demostrar que los jóvenes con formación política y académica están preparados para gobernar y sacar adelante esta descompuesta sociedad. 

En el tiempo que falta para el día electoral, deberá tener en cuenta que para ganar sosegadamente, requiere concentrar los apoyos de su entorno político para que se no se distraigan en otros procesos electorales y no le dispersen su esfuerzo en la controversia departamental.  Héctor Mantilla merece ser el alcalde de Floridablanca y esa ciudad tiene derecho a ser gobernada por un joven talentoso y capaz, que reúne la simbiosis llamada a transformarla política, económica y socialmente. Adelante Héctor Mantilla Rueda.