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Samsung volverá a vender su teléfono Galaxy Note 7 en Corea del Sur a partir del sábado, tras haber llamado a revisión miles de aparatos por el riesgo de que sus baterías explotaran, informó este jueves la compañía.
El 2 de septiembre la compañía suspendió las ventas de esta 'phablet' (híbrido de teléfono y tableta) y llamó a revisión 2, 5 millones de unidades vendidas en diez países, después de que se descubriera que en algunos casos las baterías podían explotar.
En EEUU, un mercado clave para Samsung, el 60% de los usuarios ya han recibido un teléfono de reemplazo por parte de la compañía. En Corea del Sur se espera que esta semana el 18% de los clientes que compraron un Note 7 defectuoso ya lo habrán cambiado.
En paralelo, la venta de nuevos aparatos con baterías sin defectos empezarán el sábado en el país y se espera que lo hagan en otros países, entre ellos algunos europeos, el próximo 28 de octubre.
Los problemas del Note 7 empezaron con varios casos de explosiones muy mediatizados en las redes sociales, aunque la compañía siempre ha dicho que se trata de casos excepcionales.
"Queremos asegurar a todo el mundo que los teléfonos Note 7 están funcionando correctamente y no tienen problemas de seguridad", indicó una portavoz de la compañía.