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Cuando la gente tomó la decisión de votar por el programa de una Bogotá más humana, lo hizo con la esperanza de sentir una forma distinta de gobernar a la ciudad, lejos de la corrupción, desatención y falta de compromiso de los funcionarios de siempre, que llegan a sus cargos con la creencia que están ahí porque son verdaderamente los más capacitados, y no porque son el producto del clientelismo y las negociaciones y acuerdos entre administración, ediles, concejales y congresistas.
Hoy está al frente de la Administración Distrital, quizás la última carta jugada por la clase popular, con la esperanza de gobernar distintamente a la Capital Colombiana, pero lamentablemente tenemos que decir, que cada día nos parecemos más a quienes criticamos tanto para obtener el primer cargo burocrático de la ciudad.
Hay descontento social entre la comunidad que el 30 de Octubre pasado le dio desinteresadamente el respaldo a Gustavo Petro, concretamente con la esperanza, de que se verían nuevas caras en la administración distrital, sus instituciones y las localidades, además de que la amabilidad iba a ser parte de la formación de los nuevos funcionarios y, que estos iban a levitar menos para dedicarse a trabajar, pero no ha sido así.
Hoy por hoy Patio Bonito está intransitable, sus calles más desquebrajadas que nunca, una falta de planeación inocultable en sus obras, la comunidad culpa al Acueducto y el Acueducto dónde está.
Gustavo Petro ha sido el único alcalde que entendió la necesidad de su pueblo elector bajándole la tarifa del agua a los pobres, algo que jamás se imaginó la clase popular bogotana, y Canal Capital como canal público distrital en vez de resaltar esa destacada decisión del Gobierno Distrital, el señor Hollman Morris, destaca la presentación de Paul Mccartney como el hecho más trascendental que haya ocurrido en la ciudad, en vez de destacar lo más humano de este Gobierno que es entregarle agua y vida a los pobres de Bogotá. O es que ese concierto les llenó el estómago a los pobres o les redujo la tarifa del agua., , , , , Pero no, siempre es tratando de complacer al rico como si el pobre no contara.
En el tema de vías, el IDU pareciera que Bogotá fuera de la calle 1ª hacia el norte y que todo girara en torno a las lozas de Transmilenio, porque se ve un afán desmedido por tener contentos a los transportadores y el monopolio del transporte masivo, olvidando los charcos de los barrios marginados que hacen intransitables nuestros sectores., , , , , Tanto, medios masivos como los funcionarios de la Administración en temas de vías, no hablan de otra cosa distinta a la calle 26 y las lozas de Transmilenio. Eso es sencilla y llanamente, más de lo mismo.
La ETB no tiene siquiera un Presidente que al menos por mediocridad se dé a conocer de la ciudadanía. Saúl Kattan Cohen, ni fu ni fa. ETB sigue cayendo en la mediocridad, los usuarios retirándose por culpa del mal servicio, barrios populares a donde se les prometió que tendrían banda ancha prioritaria en el gobierno de Petro, no hay presencia del servicio y ni por parte de ETB ni su sindicato, han dado una respuesta seria a muchas solicitudes. Llamar a la empresa para recibir mejoras en el servicio, es lo más desesperante, ponen a la gente a escuchar la computadora, luego de sección en sección, y si tiene suerte que no se le corte la llamada, en una hora le dicen que van a realizar un procedimiento para ver si le aprueban una visita técnica. Ese usuario termina buscando otra empresa, hablando mal de ETB y sigue cogiendo fuerza que la empresa hay que venderla.
Yo soy consciente que Gustavo Petro no tiene culpa de eso, pero ya es bueno que en 4 meses de administración, se empiece a ver un presente que haga ver algo distinto del pasado nefasto de la anterior administración.
Pero en cuanto a la responsabilidad política, ya hay cosas que merecen un mejor análisis. Los electores populares de Gustavo Petro, se están resintiendo con la administración y el mismo Movimiento Progresista.
Hay muchos ediles, concejales y congresistas de otros partidos distintos a Progresista que quieren pasarse para el Movimiento de Petro, no para defender su propuesta política de Bogotá Humana, sino para mantener sus cuotas burocráticas en lo distrital y en lo local.
Son esos funcionarios medio pelo, profesionales "caza puestos" los que están haciendo quedar mal a la actual administración, son esos personajes que han hecho parte de casi todas las administraciones anteriores los que siguen ahí, tirándose a la que aún puede ser la mejor alcaldía que haya tenido Bogotá, lo digo con toda seguridad porque sé de las capacidades que tiene Gustavo Petro para sacar adelante a esta ciudad.
Pero su administración sería más acorde y aceptada por el pueblo si cada funcionario realiza su labor pensando más en la Bogotá Humana que en su ideario político y su sueldo.
Da tristeza que el lunes pasado se realizó el encuentro ciudadano con los hinchas populares (Barristas), gente importante y maltratada, gente que quiere demostrar que ellos no son solo consumo y violencia, y sí así fuera, es gente que merece toda la atención social del estado, es gente que no cuenta si no en época electoral y, la señora Adriana Piraquive, que oficia como Sub Secretaria de Integración Social en Kennedy, no estuvo presente y tampoco tuvo la capacidad y responsabilidad de encargar por lo menos a uno de los tantos funcionarios del CDC Bellavista donde se realizó el encuentro, al menos para hacer el acompañamiento en caso de que ella estuviese enferma o algo parecido a una mejor excusa de esas que sacan los funcionarios para ocultar sus falencias.
Entonces uno se pregunta: ¿Dónde está el compromiso con la propuesta Bogotá Humana hecha por el Alcalde Mayor? ¿Está con la administración, está por el sueldo ó está formándose un futuro político que no es acorde con su jefe Gustavo Petro?
A esto no hay que ponerle seriedad. Todas esas falencias hacen quedar mal a la Administración Distrital. Y no busquen justificación. En un tema de barras, de jóvenes acusados de violentos y consumidores, y más cuando ellos van en busca de una nueva perspectiva, es una obligación de ser acompañado por Integración Social, la oficina por la que se cobra un sueldo para hacer trabajos de integración ciudadana.
Para corregir esas cosas, no hay que esperar mucho tiempo. Gustavo Petro tiene que llamar al compromiso a sus funcionarios y lo que no sirva, simplemente apague la luz y retírese.