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Los colegios electorales abrieron sus puertas este domingo por la mañana en Suiza para que los ciudadanos de este país se pronuncien mediante referéndum sobre si instauran el sueldo mínimo más alto del mundo.
Los electores que no han votado por correo tenían hasta las 12H00 locales (10H00 GMT) para pronunciarse sobre ésta y otras cuestiones. Las primeras tendencias deberían conocerse en el transcurso de la tarde.
Según los últimos sondeos, los suizos deberían rechazar la iniciativa de los sindicatos que piden la instauración de un salario mínimo único de 22 francos suizos por hora, es decir unos 4.000 francos suizos brutos (3.300 euros, 4.500 dólares) por 42 horas semanales.
Esta iniciativa cuenta con la oposición de la derecha, el sector agrícola, el Parlamento y el gobierno, que ven en ella un peligro para el empleo y subrayan que existen ya salarios mínimos en algunos ramos.
Gran parte de la población teme también que dicho salario mínimo -que sería el más alto del mundo- provoque un aumento del desempleo, un fenómeno casi inexistente en Suiza (3, 2% en abril).
En cambio, el suspense en torno a la iniciativa sobre la compra de 22 aviones de combate suecos se ha reforzado en las últimas semanas. Según el último sondeo, el "no" al avión Gripen, defendido por los partidos de izquierda y los Verdes, sigue por delante, aunque ha perdido terreno. El gobierno suizo y el Parlamento decidieron comprar "22 aviones de combate modernos de tipo Gripen", al estimar que una parte de los actuales aviones de combate de las fuerzas armadas suizas está "obsoleta".
Sin embargo, los detractores del proyecto afirman que la factura será demasiado alta, que Suiza está rodeada de países amigos y que el modelo de avión encargado, que sólo existe por ahora sobre el papel, no ofrece las mejores prestaciones.
La única iniciativa aprobada con seguridad este domingo será la prohibición de por vida, para cualquier persona condenada por abusos sexuales contra un niño o una persona dependiente, de ejercer una actividad profesional o voluntaria en contacto con estos colectivos.
En Suiza, para que se acepte una iniciativa, debe obtener la mayoría del voto popular y de los cantones.