Pero por lo general, las personas llegan a engañarse utilizando métodos que en realidad hacen que el miedo a hablar en público sea más fuerte, y más persistente, con el tiempo.

La mayoría de las personas esperan a primero perder su ansiedad por dar un discurso, y luego salir y hacer algo para hablar en público.

Normalmente soy capaz de ayudar a las personas a superar este problema. Pero esa no es la forma de como hacerlo. Así que no te dejes engañar!

Prueba este ejercicio:

Piensa en las cosas que haces durante un discurso o una breve introducción, en un esfuerzo para sentir menos miedo.

¿Qué es lo que haces en un esfuerzo desmedido por controlar su miedo a hablar en público?

Tomate dos minutos. Anota todas las respuestas que puedas imaginar. Luego vuelve aquí.

¿Qué hay en tu lista?

Otros oradores temerosos con los que he trabajado han incluido elementos tales como:

* Léelo

* No mires a la audiencia

* Llévate apuntes

* Saltar partes de mi charla

* Decirse a uno mismo que va a terminar más pronto.

* Imaginar a la audiencia en ropa interior.

* Tose, pretende tener un fuerte dolor de garganta.

* Usa un montón de diapositivas.

* Tener los puños apretados debajo del atril.

* Mantener la deglución, para asegurarme de que puedo tomar líquidos.

* Dejar que un colega haga la mayor parte de la presentación.

* Usar mi camisa de la suerte.

Una de las primeras cosas que le pido a mis clientes es que contesten sincera y específicamente:

¿Cómo crees que estos te ayudarán a controlar la ansiedad de hablar en público?

Ahora déjame preguntarte tu opinión sobre esto…

Toma dos minutos más y vuelve a mirar la lista que redactaste e identifica exactamente:

¿Cómo es que las medidas que tu tomas, te ayudarán a superar el miedo a hablar en público?

Escribe tus respuestas y a continuación, vuelve aquí.

Y… ¿Qué piensas?

Esto es lo que cuenta cuando reviso esta pregunta con oradores temerosos.

Tus estrategias durante un discurso están diseñados para:

* Terminar el discurso tan pronto como sea posible.

* Evitar las pausas o interrupciones durante el discurso.

* Evadir el contacto con el público.

* Ocultar el hecho de que tienes miedo.

Todos ellos implican esfuerzos para resistir y combatir la ansiedad de hablar en público. También implican esfuerzos para resistir el papel de orador, y para evitar el uso de todos los poderes que vienen con ser un orador.