Ubicada entre las aldeas de Kegen y Shyrganak, en Kazajistán, en medio de una meseta cubierta de nieve, se encuentra una torre de hielo de catorce metros de altura que arroja agua continuamente y, debido a las bajas temperaturas, se convierte en hielo al instante.

Así, se crea una estructura cuya forma es muy similar a un volcán en miniatura que, como no podía ser de otra manera, ha atraído a miles de turistas locales y extranjeros que buscan la mejor fotografía.

Según ha explicado uno de los turistas, el volcán de hielo es fruto de un manantial subterráneo que arroja agua durante todo el año. En verano, esto provoca la aparición de vegetación a su alrededor, pero en invierno, cuando las temperaturas descienden, el agua se congela creando un cono volcánico de hielo y, además, forma una pista de hielo natural.

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Las fotos del volcán se han hecho virales en las redes sociales y han atraído a un gran número de visitantes al lugar. Curiosamente, los lugareños han explicado que este es el primer año que brota agua de esta manera pues, en años anteriores, solo había un pequeño cono de hielo.

"El año pasado no hubo chorros de agua como una fuente, sino solo un cono vacío", comentó una residente a Tengri Travel. El volcán de hielo se encuentra a cuatro horas de la capital de Kazajistán, Nur-Sultán, antes Astana.