Yilmar, de tan solo 15 años de edad cuenta que hace 9 la violencia en su tierra natal Chocó le arrebató parte de su niñez, y desde eso su vida transcurre en la parte alta de la Comuna 8 de Medellín. Desde entonces, decidió olvidar cantando.

Y no solo canta vallenato, aunque acepta que es su género favorito. En compañía de sus 5 hermanos menores que él, camina diariamente las calles del barrio Golondrinas en la ladera oriental de la ciudad, . Allí canta, baila y se convierte en el orgullo de su familia y de los jóvenes del sector.

Pese a su corta edad, hoy es el soporte de sus hermanos que no se despegan un minuto de su lado, ellos celebran y tatarean sus canciones. Frente a la cámara ambulante Yilmar mira el horizonte y sueña que a través del canto pueda olvidar las huellas de la violencia y conquistar su futuro.

Yilmar, ejemplo de superación, aprendió que cantando y bailando se le puede cambiar el color a la violencia.